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La diseñadora ayuda a una de las participantes a dar una segunda vida a un bolso. Maika Salguero
La diseñadora María Escoté explora el reciclaje en la moda en un taller en el Guggenheim

La diseñadora María Escoté explora el reciclaje en la moda en un taller en el Guggenheim

«El 'fast fashion' está haciendo mucho daño al planeta, hay que reutilizar las prendas que no usamos»

Viernes, 19 de abril 2024, 00:59

Un estallido de color único. Así son las creaciones de María Escoté, diseñadora barcelonesa que ha triunfado con ropa arriesgada capaz de generar emociones. El Museo Guggenheim acogió ayer un taller de 'upcycling' de la mano de la modista, en el que 40 participantes -39 mujeres y un único hombre- de diferentes edades tuvieron la oportunidad de explorar la reutilización de tejidos y prendas con diseños inspirados en la historia del arte y el colorido más 'pop', sin perder de vista las tendencias de esta primavera-verano 2024. Escoté ha formado parte del jurado televisivo de 'Maestros de la costura' y artistas como Miley Cyrus y Katy Perry también han lucido algunos de sus diseños.

María Escoté llegó al museo bilbaíno con un conjunto que refleja a la perfección su esencia. Cruzó la puerta sonriente, con una camiseta colorida con dibujos de gatos. «Algunos los han hecho mis hijas, y he decidido plasmarlos en el diseño», ríe. Y a juego, apostó por unos tacones en tono pistacho, fiel a su personalidad. A través de este taller, que se impartió en dos sesiones, la modista ha transmitido que la moda es para todos, que es posible crear ropa nueva a través de la reutilización de materiales. «Con la masificación y el 'fast fashion,' se está haciendo mucho daño al planeta, pero creo que llevamos años siendo conscientes de la importancia de comprar con cabeza, de reutilizar todas esas prendas que ya no usamos. Lo más sostenible es la sensatez. No hace falta saber de moda, simplemente tener ganas».

Escoté explica que es urgente cambiar el rumbo de la moda, y el 'upcyling' o la cultura de reutilizar tejidos se ha convertido en una pieza importante en el proceso. Tanto, que hasta se ha introducido como asignatura en algunas universidades y escuelas de moda. «O somos conscientes del cuidado que necesita el planeta, o morimos en el intento. Tenemos que saber el consumo innecesario que hacemos».

En el museo

El taller, que se impartió en dos sesiones, reunió a 39 mujeres y un único varón

Creaciones arriesgadas

Siente pasión por la moda desde que era muy pequeña. Su familia se lo inculcó. Su madre es restauradora de tejidos; trabajaba para sastrerías y firmas de lujo. Su padre es pintor, y sus tías, modistas. «Siempre me han vestido a medida y me han enseñado el valor de la ropa y las prendas de calidad. De pequeña quería ser pintora, pero la influencia de mi madre tuvo más fuerza». Y así se acabó convirtiendo en diseñadora. Pero siempre lo tuvo claro: sus tejidos iban a tener estampados propios y los iba a tratar como lienzos. Gracias a eso, ha conseguido crear su identidad de marca, «crear esa parte artística y pictórica».

Las creaciones de Escoté se caracterizan por la personalidad y el lenguaje cromático arriesgado, que deja huella en cada una de las personas que las lucen. «La moda es la forma de expresión más primaria, no es un simple acto cotidiano; tiene la capacidad de generar emociones». Y eso es precisamente lo que ha transmitido en el taller de 'upcycling' en el museo Guggenheim. Telas con estampados, hilos de todo tipo, margaritas de colores y pegatinas inundaban la mesa de la sala, donde veinte mujeres aficionadas pusieron a prueba su creatividad e imaginación. De todas las edades. La sabiduría de las más mayores se fusionó a la perfección con el ímpetu de las más jóvenes para experimentar y pasar un buen rato. «Es la primera vez que cojo un chisme de estos», decía una de las participantes de más edad, mientras sujetaba una pistola de cola para pegar tachuelas a su bolso.

Diseño

«Euskadi siempre ha sido la cuna de la moda en España; se merece el máximo respeto»

Cuando habla de la moda en Euskadi, se deshace en elogios, y no esconde su ilusión por estar en el Guggenheim. «Es un lujo estar aquí. Vengo de Barcelona y llevo doce años en Madrid, pero pienso que Euskadi siempre ha sido la cuna de la moda en España; se merece el máximo respeto. Además, tenemos al gran maestro, Balenciaga». Los colores son el alma de sus creaciones. Tanto, que hasta una de sus hijas lleva el nombre de Lila. «Siempre me dice que es mi color favorito», ríe María Escoté, que por unas horas llenó el museo Guggenheim de color gracias a su fuerza, pasión y personalidad, las mismas que transmiten sus diseños.

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