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En Bizkaia Dmoda quisimos salir este lunes a la calle para realizar un experimento. ¿Dicen los bilbaínos dónde se han comprado alguna de las prendas que llevan puestas si se lo pregunta un desconocido? Seguro que a ti también te ha pasado, que has tenido ... un flechazo estilístico en toda regla al fijarte en esa chaqueta tan elegante que lleva la chica que ha pasado a tu lado o en las llamativas deportivas del hombre que viaja enfrente en el metro. Así, de primeras, da corte salir de dudas, pero finalmente te animas a hacer la pregunta: «Perdona, ¿me podrías decir de dónde es tu americana? ¡Me encanta!». Una curiosidad bastante común que incluso debería hacer ilusión a quienes tienen un punto de coquetería, pero ¿solemos contestar o nos sentimos intimidados? Este lunes nos recorrimos la Gran Vía y la calle Ercilla sobre las 17.00 horas de la tarde para preguntar a los viandantes por aquellas prendas o complementos que nos llamaron la atención. Sobra decir que nos presentamos como Bizkaia Dmoda cuando ya habían respondido. Pero, ¿contestaron a la pregunta del millón? Aquí el resultado:
Frente a la tienda Mango, a la altura del número 13 de la Gran Vía, nos fijamos en las coloridas deportivas con topos blancos de Josune Urrutxi, así que le abordamos para preguntarle la marca. «Hola, jo pues me las compré en Francia... pero creo que son de una casa italiana, Flower Mountain», respondió con amabilidad esta vecina de Miranda de Ebro de 52 años, que ha venido a Bilbao para visitar a su hermano. Eso sí, cuando le propusimos hacerle una foto para ilustrar la noticia se mostró tajante: «no, no, a mí no, pero a las playeras las que quieras».
Un poco más adelante, antes del paso de peatones que atraviesa la calle Marqués del Puerto, nos llamó la atención el plumífero de flores que lucía Nieves, así que le contamos que nos gustaría regalárselo a nuestra madre por Navidad. «Pues tendrá tres años ya, me lo compré por mi zona, por La Casilla, y mira, es reversible, lo puedo llevar por los dos lados».
Enseguida nos fijamos en otro calzado, en este caso, en los botines granates de charol que llevaba Kaitin López de Guereñu: «Son de Zara del año pasado». Las tres personas a las que paramos hasta ese momento respondieron sin reparos a nuestra pregunta. Además, Kaitin accedió a que le sacasemos una foto. También Elsa Berenguer, de 24 años, se atrevió a posar para la cámara con simpatía después de contarnos que su pañuelo blanco de estilo retro se lo compró en una tienda de segunda mano de Ámsterdam mientras estaba de Erasmus.
Seguimos por la calle Ercilla, donde abordamos a Javier Miguel, bilbaíno de 66 años. Le dijimos que su gabardina podría ser el regalo perfecto de Olentzero para nuestro padre. «Me la he comprado en El Corte Inglés», nos contó. También Susana Porras, de 42 años, nos dijo que su bolso rojo reversible, con dibujos de sandías en el forro, es de Fornarina, «de hace dos o tres temporadas». Se pensó más lo de desvelar su edad y nos pidió que en la foto no se la viese, que sacasemos solo el bolso.
Tampoco Amaia Beitia, de 39 años, quería que se le reconociese en la imagen, así que prefirió posar de espaldas. Eso sí, antes ya nos había dicho que sus botines de piel marrón se los compró en la tienda de moda retro 'Divina Martina' de la calle Doctor Achúcarro. A Pilar Miota, de su misma edad, tampoco le apetecía salir en la foto, pero se mostró dispuesta a contar dónde se compró su peto vaquero. «Es de Bershka de hace dos temporadas, yo digo hasta lo que me cuesta la ropa, no tengo problema».
A Asier Bolinaga, ingeniero de 32 años, le dijimos que nos encantó su jersey para regalar a nuestro cuñado por el amigo invisible. «Pues creo que es de Springfield, me lo compró mi ama hace poco». Más adelante, en la calle Ercilla, Eva Tazueco, vecina de Basurto de 60 años, nos desveló que su chaqueta de cuadros es «de Le Cocco, una tienda pequeñita de Santutxu que tiene cosas muy especiales». Y nos invitó incluso a que mirásemos la etiqueta, aunque «creo que no es de ninguna marca en concreto».
De Patricia, vecina de Ercilla de 54 años, nos gustó su cinturón negro con una gran hebilla redonda con brillantes: «De Zara de la temporada pasada, pero este año lo tienes igual en más pequeñito». Y de Juan Carlos, de 71 años, nos encantó su corbata. «No os acerquéis por favor», nos gritó para nuestra sorpresa. «Es que estoy con gripe y os la voy a pegar», aclaró rápidamente. Se compró su corbata en Fragola, en Gregorio de la Revilla. «¿Conocéis la tienda? Es del sobrino de Julio Alegría».
Conclusión del experimento: las once personas anteriores respondieron con amabilidad sobre dónde se habían comprado una determinada prenda o accesorio. De hecho, en algunos casos, apreciamos que incluso les hizo ilusión que nos fijásemos. Solo una mujer no quiso pararse a responder porque tenía «mucha prisa» y un chico, que confesó que su chaqueta era de Scalpers, nos dijo después que «no quería salir en ningún experimento».
Quizá no habría que dejar que los miedos o la vergüenza nos frenen a la hora de conversar con un desconocido, porque por lo general la gente es buena. La chica de la chaqueta elegante que ha pasado a tu lado o el hombre de las llamativas deportivas que viaja enfrente en el metro no es tan diferente a ti. «Qué va a pensar la otra persona, voy a parecer una descarada, fijo que no me contesta...» Pues aquí está la prueba, nos han respondido todos. Eso sí, también hemos descubierto que la pregunta que más cuesta contestar poco tiene que ver con la moda. «¿Qué edad tienes?» Uyyy esa sí que no hace tanta gracia.
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