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Clases de cerámica en Bilbao: ¿Por qué ir a clases de cerámica se ha puesto tan de moda en Bilbao?
Clases de cerámica en Bilbao

¿Por qué ir a clases de cerámica se ha puesto tan de moda en Bilbao?

Hablamos con cuatro estudios ubicados en la villa sobre el 'boom' de esta técnica ancestral y, además, nos presentan sus ofertas para que puedas elegir el curso que más se adecúe a ti

Miércoles, 26 de mayo 2021, 00:54

En plena era de las producciones seriadas, perfectas e iguales, las piezas diferentes y únicas, elaboradas de forma artesanal, se valoran todavía más. Mientras muchos miran al futuro, otros vuelven a lo esencial, a los oficios de siempre, a las técnicas ancestrales, como es el caso de la cerámica. En los últimos años, creadores de nuestro territorio la han actualizado con detenimiento y grandes dosis de mimo. Así, han revestido la tradición para dar forma a artículos contemporáneos. Y, además, estos artistas han contribuido a un nuevo despertar de esta disciplina, una tendencia al alza, impartiendo clases de cerámica en sus talleres. Las puertas de sus estudios se han abierto para todos aquellos interesados en conocer todos los secretos sobre esta técnica que causa furor hoy en día. En Bizkaia Dmoda, hablamos con cuatro proyectos fundados en la villa sobre el 'boom' de la cerámica y nos presentan sus ofertas para que puedas elegir el curso que más se adecúe a ti. ¡Manos a la arcilla!

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Proyecto Hemen: «La cerámica engancha porque hay que ponerle mimo y cariño»

El Master de Cerámica de la UPV-EHU unió los caminos de Estela de Miguel, Markel González y Uxue López. Tras completar sus estudios en la materia, estos jóvenes se volcaron de lleno en su proyecto más personal, Proyecto Hemen, una tienda-taller ubicada en el corazón del Casco Viejo, en la calle Ronda número 12, dedicada a la cerámica y el diseño vanguardista. En el local, venden y producen artesanalmente sus propias piezas: como joyas y lámparas de cerámica. Desde hace cinco años, también comparten sus conocimientos con los asistentes a las clases que imparten en su taller de producción. «Les damos las herramientas necesarias para desarrollar sus propias piezas. Concebimos los talleres como un lugar de encuentro y participación», cuentan. Las clases tienen una duración de 2 horas y 30 minutos y tienen lugar todos los días de la semana, de 18.30 a 21.00 horas. Jueves y sábados, de 11.00 a 13.30 horas. Cuestan 75 euros al mes.

Para estos emprendedores de 'Proyecto Hemen', la «revolución del hacer» ha llegado para quedarse, un momento ideal para «reconectar con las técnicas manuales». «Apostamos por reforzar y recordar el poder que tenemos en nuestras manos y las posibilidades de aprender con ellas. Aunque estemos en un momento tecnológico, necesitamos dedicar tiempo al afecto, al contacto, a lo experimental, hoy más que nunca», admiten. En su caso, reconocen que 'el boca a boca' ha sido su mejor publicidad para dar a conocer su proyecto. Desde la firma bilbaína, no creen que el auge de la cerámica se deba a que se ha puesto de moda: «vemos la neoartesania, que mezcla la artesanía tradicional con las nuevas tecnologías y la digitalización, como una herramienta de cambio social. La cerámica engancha porque hay que ponerle mimo y cariño». A su juicio, uno de los grandes atractivos de esta disciplina reside en «las amplias posibilidades que abarca el material». «Da pie a la experimentación y a la magia de los cambios a través de las cocciones», añaden.

Sutan: «Una vez que empiezas, atrapa»

En la calle 2 de Mayo, posiblemente la más famosa del barrio de San Francisco, se encuentra Sutan, el estudio fundado por Cristina Peraile, Mar de Dios y Urotz Deusto. En el local, además de ofrecer artículos de decoración y moda que crean con sus propias manos, imparten clases de cerámica. Desde que comenzaron con el proyecto, el 'boom' de esta disciplina es imparable. «No sé si ha sido gracias a Instagram o porque se ha puesto de moda, pero hemos notado que el interés se ha incrementado», cuenta Urotz. Eso sí, hoy en día todavía reconocen que no todos valoran el trabajo que hay detrás de cada pieza: «Quienes no lo aprecian es porque no se han introducido en la práctica». Una venta que se dificulta aún más debido a las ofertas de las grandes empresas del sector, como Ikea o Porcelanosa. «Allí las piezas te cuestan 1 euro y aquí 20. No podemos competir con ellas», precisa.

Lo que sí está teniendo muy buena aceptación son sus cursos de cerámica. «En aquellos días de encierro, muchas personas se animaron a moldear loza con sus propias manos y, una vez que empiezas, atrapa», cuenta Urotz. A su juicio, aprender a crear productos de cerámica es sencillo: «una vez que conoces tres conceptos básicos puedes elaborar una infinidad de artículos». De hecho, los hay quienes recibieron sus primeras clases hace dos años y siguen acudiendo cada semana al espacio para moldear nuevas creaciones. «A raíz de la pandemia, los grupos son más reducidos y se componen de seis personas», indica. En los talleres, siempre se adecúan a cada alumno: algunos tienen en mente qué quieren elaborar desde el principio, mientras que otros prefieren unas clases más pautadas», cuenta. En cualquier caso, ofrecen talleres específicos para tu nivel de experiencia. Los cursos de iniciación tienen lugar los martes de 18.00 a 20.30 horas y los avanzados son los miércoles y los jueves a la misma hora. «Aunque muchas veces mezclamos a los alumnos para que los principiantes se nutran del conocimiento de los demás», reconoce Urotz. Las clases cuestan 75 euros.

Cocomotora: «Tienen ganas de disfrutar del proceso de creación de principio a fin»

Cocomotora es un estudio de cerámica que subió la persiana en 2015. Desde enero del año pasado, el taller está ubicado en el corazón del barrio bilbaíno de San Francisco, concretamente, en el número 5. «Antes, estaba situado en un edificio industrial de la calle Enrique Eguren», explica Minerva Losada, que es el rostro visible del proyecto. Esta vizcaína entró en contacto con esta disciplina cuando tenía tan solo 13 años. «Me apunté a las clases de cerámica municipales que se ofrecían en Derio», cuenta. Desde entonces, no ha dejado de moldear con sus manos. Hoy, en su local produce colecciones de cerámica que se pueden adquirir bajo pedido e investiga formulación de esmaltes para luego aplicarlos a sus propias piezas.

En el estudio, también ofrece talleres de cerámica a lo largo de toda la semana. Los horarios son los siguentes: de lunes a viernes de 18.30 a 20.30 horas; los lunes, martes y jueves de 16.30 a 18.30 horas y los miércoles de 10.00 a 12.00 horas. Además, puntualmente, Minerva organiza monográficos que se desarrollan durante el fin de semana. «Algunos son de 4 horas, otros de 6...», especifica. En las clases, ella y María Riera, también ceramista, enseñan a los asistentes los conceptos básicos, desde la preparación del barro para empezar a trabajar hasta diferentes técnicas, como el modelado a mano, el torno o el esmaltado. A partir de ahí, el alumno es libre para elaborar la pieza que desee, eso sí, siempre estará guiado por las encargadas del taller. Los grupos están integrados por 10 personas máximo y son mixtos, es decir, a la misma sesión podrán asistir principiantes y amateurs. Las clases mensuales cuestan 75 euros y los monográficos van desde los 60 euros hasta los 75.

Minerva reconoce que la cerámica ha despertado mucho interés «en los últimos cinco años». Todavía recuerda cuando de niña iba a clases solo con adultos. Hoy, en cambio, la práctica se ha democratizado y personas de todas las edades disfrutan de esta disciplina. «Tienen ganas de disfrutar del proceso de creación de principio a fin», precisa. Una actividad en alza, a juicio de Minerva, debido a una mayor oferta: «Antes solo se podía acudir a talleres municipales porque no había clases privadas», cuenta.

M3 Arteko: «Es terapéutico»

Marta Barbara y Saray Pérez son los rostros visibles de M3 Arteko, un laboratorio cerámico ubicado en la calle Cortes número 29, en el barrio bilbaíno de San Francisco. «Somos dos enamoradas del barro, de la materia, de los imposibles y, en definitiva, de experimentar y explorar las posibilidades del medio cerámico», explican en su cuenta de Instagram. Saray considera que dio un gran impulso al sector el Máster de Cerámica de la UPV-EHU, que arrancó en el 2013: «Empezó a haber más conocimiento». Pese a que fundaron su proyecto más personal en aquel año, no comenzaron a ofrecer cursos de cerámica hasta el 2018. «En los últimos años, ha habido mucha más demanda. Considero que se debe a la visibilización del producto en otros sectores, como puede ser la moda, y un movimiento por volver a la artesanía y valorar lo hecho a mano», cuenta.

Para Saray, trabajar con la cerámica «es terapéutico»: «Se pierde la noción del espacio y del tiempo. Eres tú contra el material. Los alumnos nos suelen decir que una hora y media es poco, se les pasa muy rápido». Ofrecen clases durante toda la semana para adultos (65 euros) y niños (45 euros); y para toda la familia el sábado (los padres 15 euros y los niños 10). Además, cada dos meses organizan monográficos. Los grupos reducidos son de 6 personas.

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