María y Luis, la pareja conocida por sus dulces caseros abre una cafetería en Bilbao con desayunos, meriendas y hasta plato del día

Estos emprendedores, que fundaron hace una década Bilbo Dulce, su proyecto de repostería dulce y salada bajo pedido, han dado un paso más abriendo su propio local en el Casco Viejo, donde comprar y degustar sus famosas propuestas caseras

Silvia Andrés

Martes, 15 de abril 2025, 19:34 | Actualizado 20:31h.

Justo cuando ha rebasado los diez años de existencia, Bilbo Dulce, el proyecto de repostería dulce y salada de María y Luis, que hasta ahora ... ofrecían sus productos solo bajo pedido, acaba de dar un paso de gigante con la apertura el pasado viernes de un local en el número 16 de la calle Tendería. La idea de asentarse en un espacio fijo ya rondaba la cabeza de esta pareja formada por un vasco y una argentina hace año y medio cuando La Terminal, espacio cultural ubicado en Zorrozaurre, empezó a reducir los eventos culturales en los que servían su repostería casera. «Nacimos allí, pero con el proyecto urbanístico de la zona había muchos cambios, así que teníamos que ampliar nuestras posibilidades. Además, la gente nos pedía a menudo que abriéramos un local», explica Luis.

Ahora ya lo tienen y además han formado un equipo de cinco personas junto a gente joven. «Nos hemos acoplado muy bien, es como si estuviéramos en casa. Nosotros somos ya cincuentañeros, así que está bien tener gente joven cerca porque nos dan puntos de vista diferentes y enriquecedores», recalca María. Este espacio «pequeño, muy acogedor, luminoso y de ambiente familiar» cuenta con dos plantas en un edificio de piedra que se renovó por completo tras las inundaciones de 1983. «No podíamos haber encontrado un lugar mejor. Arriba tenemos el obrador y abajo la tienda-degustación. Todo lo que ofrecemos se puede tomar aquí o pedir para llevar», explica Luis. Y de hecho, son muchos los que prueban los alfajores, las cookies, los cinnamon rolls, los crumbles o las tartas de distintos sabores, y, de paso, aprovechan para llevarlos también a casa. En estos primeros días, ya han recibido muchos halagos no sólo por la decoración «mimada al detalle», sino también por sus exquisiteces, todas de elaboración casera.

Brunch y plato del día

Con la apertura del nuevo local, la pareja ha ampliado las opciones y ofrecen desayuno, brunch, tardeo y plato del día. «Tenemos, por ejemplo, tostadas de aguacate, salmón y huevo o jamón, bols de frutas tropicales con yogur y avena, hummus, empanadas argentinas, focaccias, quiches, galletitas de queso... Y siempre con presentaciones que llaman la atención», describe Luis. Precisamente, eso les pasó a las primeras personas que probaron el plato del día. «Eran unas peregrinas extranjeras, que estaban muy sorprendidas de encontrar por aquí una opción casera. Les gustó tanto la presentación que hicieron un montón de fotos y luego nos etiquetaron en Instagram y solo tenían halagos para nosotros. Fue muy emotivo comenzar esta nueva etapa así», celebra María.

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Para completar la oferta, María y Luis veían claro que tenían que contar con un café a la altura de sus productos caseros, por eso han elegido uno de especialidad, de alta gama y colombiano. También cuentan con limonada o tónica, entre otras posibilidades. Todo ello lo sirven en su food bike, que hace las veces de mostrador en el nuevo local de Bilbo Dulce. «Es una de nuestras señas de identidad y la verdad es que llama mucho la atención a la gente cuando entra. La gracia es que tiene la posibilidad de desplegarse para convertirse en un mostrador de más de cuatro metros, así que nos sirve para el local y también para los eventos que seguiremos haciendo en otros lugares», detallan.

Estos emprendedores han llevado su propuesta a diferentes eventos a lo largo de estos años, entre ellos programas de televisión o rodajes de películas. «Recuerdo que fuimos al cine a ver la película 'No puedo vivir sin ti', protagonizada por Paz Vega, porque salía una de nuestras tartas. Nos hizo una ilusión tremenda ver nuestro nombre en los créditos. ¡Fue toda la familia a verla!», cuentan emocionados. Son el tipo de cosas que motivan y animan a seguir adelante, como esta nueva etapa vital y profesional por la que apostaron después de dejar sus respectivos trabajos hace ya más de una década. Luis era consultor de innovación y María recepcionista de una multinacional. «Cuando terminaba el día, no nos sentíamos felices con lo que habíamos hecho, pero ahora sí», confiesan.