Algunos hablan de 'venganza estética' tras las épocas de crisis. Una revancha que se refleja en la moda como un antídoto para paliar los efectos de los tiempos más oscuros, de las guerras, las pandemia y sus devastadoras consecuencias. Algunos ejemplos: los locos años ... 20 y la llegada de las 'flappers' tras la I Guerra Mundial, con sus flecos, sus plumas y sus vestidos cortos; el 'New Look' de Dior después de la II Guerra Mundial, o las hombreras, los tonos flúor y el exceso durante una Transición en la que se buscaba libertad.
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La reacción inmediata ante un periodo de fuerte inestabilidad suele ser la tendencia hacia la funcionalidad y la comodidad, dejando de lado el exceso de adorno, como ha ocurrido durante los primeros meses de la era Covid-19. Inmediatamente después, el ser humano tiende a todo lo contrario con un solo objetivo: volver a la felicidad. Este año, donde ya se aprecia la luz al final del largo túnel y los eventos poco a poco vuelven a su cauce, los diseñadores han sacado su artillería pesada con un denominador común: la explosión de color. Si algo sacamos en claro esta temporada es que las invitadas apostarán por los tonos vitamina, una nueva vara de medir las ganas que tenemos de volver a la total normalidad.
Los psicólogos llevan mucho tiempo fascinados con la influencia del rojo en la mente humana. Este color se postula como la mejor opción para todas, tengas el tono de piel que tengas, o al menos eso afirman desde hace años los estudios y los expertos en colorimetría 'House of Color'. Sinónimo de sensualidad y atracción, es uno de los comodines en los que puedes confiar para conseguir un look de invitada 10. Si quieres comprobar su poder intrínseco, en las firmas de moda se encuentran por cientos. Desde los vestidos y monos estructurados y con volumen de Bouret o Panambi, hasta los exitosos trajes de Sophie and Lucie, pasando por los vestidos con favorecedores drapeados en cintura o escote de Hoss Intropia o Barey Collection.
«Hasta que no te paras a pensarlo, no te das cuenta de todas las cosas importantes y agradables de esta vida que son amarillas», escribía Richard Le Gallienne en su ensayo «The Boom in Yellow». El amarillo es un color persuasivo que no solo está presente en los aspectos más cotidianos de la vida, sino que llega esta temporada para reavivar más que nunca el fondo de armario de las invitadas. Simulando esos primeros rayos de sol de primavera, esos que el año pasado vimos a través de la ventana, este tono tiñe las propuestas más vibrantes de los diseñadores patrios. Vestidos 'midi' de escote asimétrico como el de Sophie and Lucie, vaporosos y largos o estructurados y con volantes como los de Cherubina y Encinar Brand, o la versión 'mini' más arquitectónica de Sophie et Voilà, presente en su última colección de invitada en colaboración con Iñaki Pardos. También hay lugar para los conjuntos de dos piezas y tenemos la suerte de encontrarlos en el nuevo espacio de Alicia Rueda, Alicia Rueda Experience. Su nueva colección de invitadas es la vitalidad hecha moda, gracias a sus tonos sorbete y a unos accesorios y detalles que no te dejarán indiferente.
Kassia St. Clair lo describe en su interesante libro 'Las vidas secretas del color'. «Hoy por hoy, el verde tiende a evocar imágenes reconfortantes del campo. Se suele considerar un color apacible y, a menudo, vinculado al lujo y al estilo». Muchas culturas asocian este tono de manera positiva con los jardines y la primavera, por lo que no encontramos mejor excusa para introducirlo en looks de invitada para eventos que vayan a celebrarse al aire libre. De nuevo, encontramos propuestas para todos los estilos: vestidos largos y asimétricos de Hoss Intropia, los favorecedores diseños cruzados y multiposición de María Roch o los impecables dos piezas de Vogana con esas siluetas tan personales. En Bizkaia ponemos el punto de diferenciación con el imponente abrigo de Sophie et Voilà, perfecto para hacerlo protagonista junto a un vestido sencillo, y con el conjunto de pantalón sastre y blusa con mangas 'bubble' de Alicia Rueda, quien introduce unas divertidas corbatas bordadas como nuevo accesorio estrella para invitadas.
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Un estudio reciente realizado en 10 países de cuatro continentes reveló que el azul era el color favorito de la gente por un margen considerable. Esta temporada, y con permiso del azul Bilbao que relegaremos hasta después del verano, los diseñadores imponen los azules más refrescantes de la gama cromática para los meses de calor. Desde los grises azulados en trajes de chaqueta como los de Sophie and Lucie, hasta los azules pastel como el dos piezas en diferentes texturas de Colour Nude, pasando por los aguamarina de Hoss Intropia que evocan el color del mar. Especial relevancia adquieren en Bizakaia los estampados, donde se presentan románticos y bucólicos diseños de rayas en la nueva colección de Zaitegui Studio o una amalgama de pavos reales, wisterias, palmeras, magnolias y estanques en Oasis, la última propuesta de Ailanto.
El fucsia es uno de los muchos colores que deben su nombre a una flor. Junto a su variante, el rosa 'escandaloso', bautizado así por Elsa Schiaparelli, son tonalidades utilizadas hasta la saciedad en la industria de la moda para crear vestidos con afán de protagonismo. Y a los ejemplos nos remitimos, porque Mioh propone un vestido en el que juega con la dualidad del fucsia y el rojo, tal y como solía hacer Lacroix en los 80', mientras que Bouret se marca un tanto con una falda 'caprichosa' que se ha convertido en la sensación de la temporada. Confeccionada en tafetán y voluminosa en su patrón, recuerda a una de esas flores que dan nombre a este color. En su vertiente más clásica, nada mejor que apostar por la seguridad de un dos piezas de Bleis Madrid o por uno de esos todopoderosos conjuntos de blusa con hombros marcados y falda drapeada de Inés Martín Alcalde. Si necesitas un buen fondo de armario con licencia atemporal, busca vestidos eternos con silueta efecto 'wrap', como este de Colour Nude , o delicados diseños 'midi' con sedosa caída y sin demasiados artificios como el que encontramos en la última colección de invitada de Sophie et Voilà, confeccionado en crepé de satén.
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