El armario de… Borja Elorza: «Tengo más de 100 calcetines de colores»

Sarai Vázquez

Martes, 25 de febrero 2020 | Actualizado 26/02/2020 00:17h.

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Bienvenidas a 'Villa Favorita', la insólita casa de Borja Elorza, un bilbaíno de 38 años. En ella, este comunicador - propietario de una agencia de publicidad, tertuliano en EITB y columnsita en el diario El Nervión- guarda grandes obras de arte apoyadas en la pared a lo largo del pasillo. Algunas tienen la firma de pintores locales, como el artista bilbaíno Javier Urquijo. Otras, sin embargo, las adquirió en galerías de arte situadas en las grandes capitales europeas. En el recibidor, destacan varias menciones enmarcadas de las que se siente tremendamente orgulloso. «Esta me la entregó Juan Mari Aburto, el alcalde de la villa en 2016, cuando me nombraron Villano de Honor junto a Aitor Elizegi, el actual presidente del Athletic», rememora. Al lado, su reconocimiento como amigo de la Fundación Síndrome de Down del País Vasco, con la que colabora y para la que creó el desfile 'Moda para todos'. Cada uno de los rincones de la vivienda están decorados con originales piezas de tamaño 'XXL': desde una bicicleta o un osito Haribo que se ilumina, hasta la figura del personaje de cómic Capitán América. Todo lo que te puedes imaginar (y lo que no) se puede encontrar en el piso de Borja. Aunque su gran tesoro está colgado dentro de sus tres armarios, a rebosar de prendas. Las más especiales, una camisa de Gucci- su pieza más cara, con un precio de 1.000 euros- y otra del creador David Delfín, cuyo diseño se sale de lo común. Sin olvidar su colección de americanas, que luce siempre con un pañuelo a juego en el bolsillo, o la recopilación de más de 100 pares de animados calcetines. Define su estilo como 'clásico renovado' y deja claro lo que nunca llevará: «Soy un gran enemigo del chándal», declara.

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- ¿Armario o vestidor?

- Tengo tres armarios a rebosar, aunque lo ideal sería un vestidor. La casa es grande, pero quiero dar cabida a mis 'joyitas' de arte (obras, cuadros y esculturas) y todo no se puede. Me faltan unos metros en casa. He ocupado con mi ropa hasta el armario de los invitados.

- ¿A qué huelen?

- A mí. Creo que la ropa tiene que oler a uno mismo o al perfume que usas en ese momento.

- ¿Qué ves cuando los abres?

- Mucha ropa, demasiada diría yo. Mis americanas, los pañuelos para el bolsillo y las camisas, otra prenda que me encanta. También destacan las chupas de cuero y muchos calcetines de colores.

- ¿Tienes alguna manía a la hora de ordenarlos?

- La verdad es que no, soy muy desorganizado.

- ¿Pasas mucho tiempo para elegir qué ponerte?

- Tardo muy poco tiempo en prepararme, 10 o 20 minutos por las mañanas. Soy muy rápido porque soy muy nervioso y es un tema al que le doy vueltas desde que me levanto.

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- ¿Te cambias mucho de ropa en un solo día?

- Dependiendo de lo que me espere, dos o tres veces. Si tengo una reunión por la mañana voy con un estilo y si tengo por la noche una presentación arriesgo más. En este último caso opto por algo llamativo.

- ¿Cómo se viste en Bilbao?

- Con elegancia, aunque creo que deberíamos atrevernos mucho más con la moda y no tener miedo. A veces somos un poco aburridos y el hombre se atreve muy poco. Somos muy clásicos, muy 'azul bilbao' y parece que no se puede salir de ahí.

- ¿Cómo definirías tu estilo?

- Personal y 'clásico renovado'. Me puedo poner una americana, pero con un color llamativo. También me gusta mucho la moda urbana y las chupas de cuero también me vuelven loco.

- ¿Tu imagen ha cambiado con los años?

- Si, claro. Al final uno va evolucionando, pero eso no quiere decir que con los años tengamos que volvernos más clásicos o más aburridos. La moda siempre tiene que ser divertida. Si llevas algo que te represente lo vas a defender siempre.

- ¿Eres adicto a comprar…?

- Camisas, sin ninguna duda, es una locura. También zapatillas y perfumes. Cada temporada tengo ocho fragancias diferentes, al año unas 12, parece que me las bebo (ríe).

- ¿Cuál es tu prenda indispensable?

La americana. Casi siempre la llevo de lunes a viernes. Considero que es la pieza que más estiliza al hombre. Es un símbolo de elegancia.

- ¿Cúal es el diseño más atrevido que has lucido?

Una camisa del diseñador David Delfín que tiene dos cuellos. Es de sus inicios y me la suelo poner para eventos y presentaciones. La gente la mira… pero allá ellos. Es una pieza muy especial.

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- ¿Compras demasiado?

- Alguna vez he adquirido algo que luego no me he puesto, pero ahora intento no hacerlo. Le doy varias vueltas y pienso con qué lo podría combinar para ver si me lo voy a poner o no.

- ¿Cual es tu truco para dar con piezas especiales?

- Llamo a algún joven diseñador o a un creador para que me confeccione una pieza exclusiva. Como a las chicas de la firma infantil Lágrimas de Cocodrilo, que tenían un abrigo que me gustó mucho. Cogieron el patrón y lo confeccionaron. Es una prenda que solo la tengo yo, bueno, y los niños que lo pueden comprar de su colección.

- ¿Influye tu ánimo en tus looks diarios?

- Seguramente sí, aunque ese día de bajón es cuando más guapo me pongo porque necesito verme bien. Tienes que prepararte y sales con ganas de comerte el mundo. Quieras o no, casi todo tiene solución en esta vida.

- ¿Cuál es la mayor ganga que has adquirido?

- Un abrigo marinero con botones dorados por 30 euros, de H&M. Lógicamente, estas piezas se pillan en firmas de 'low-cost' o en mercados de segunda mano. En uno de ellos, me compré un abrigo alemán por 50 euros. Tenía hasta la etiqueta.

- ¿Cuál es la pieza más cara que tienes?

- Una camisa de Gucci, de cuando estaba Tom Ford al frente de la firma, y me costó casi mil euros. La camisa de David Delfín tenía un precio de unos 400 euros. También tengo un pantalón de Fendi. Sé que es una locura gastarse tanto dinero en una prenda, pero en ese momento me apetecía, me lo podía permitir y me lancé. Aunque luego me arrepentí un poco, porque los diseños de una firma internacional los tiene mucha gente. Ahora, si quiero invertir en una pieza, opto por una personalizada.

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- ¿Cual es el verdadero lujo en la moda?

- Exactamente eso, tener un armario lleno de prendas exclusivas: camisas, pantalones, chaquetas… Los hombres que se interesan en la moda se preocupan mucho en tener este tipo de piezas. Es algo con lo que sueño.

- ¿Cuál es tu mayor tesoro?

- Un maletín italiano de color verde maravilloso que lo utilizo para algunas reuniones, y algunas prendas de creadores amigos míos. Quieras o no, son para siempre. La buena moda no pasa de moda.

- ¿Has fichado alguna tendencia para esta primavera?

La verdad es que no porque no las sigo. Quiero un pantalón a medida o encargarle algo especial a Eder Aurre, como un 'trench' primaveral.

- ¿Qué es lo que nunca te pondrías?

Soy un enemigo del chándal. Hay hombres que lo tienen por costumbre y hay chicas que se ponen el maquillaje a juego. Me parece horrible. Tampoco puedo con los pantalones pirata y las camisetas de tirantes, me parecen muy macarras. Siempre hay que cuidar la imagen.

- ¿Cuál es tu seña de identidad?

- Una buena americana con su pañuelo a juego y mi barba. Ah, y los calcetines de colores, puedo tener más de 100.

- ¿Cuándo decidiste coleccionarlos?

- Simplemente me encantan. La gente también me los regala. Mi última adquisición ha sido unos calcetines de la firma Happy Socks con dibujos de los Rolling Stones. También tengo los de los Beatles. Con este accesorio, como en todo, hay que atreverse.

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- ¿Qué te has comprado en el último viaje?

- En Madrid descubrí una tienda italiana. Me llevé un traje, una americana, una camisa y un pantalón de pana. Salí como loco de allí.

- ¿Tienes algún capricho en mente?

Unos relojes y un bolso de mano de la firma Goyard, pero eso ya son palabras mayores.