Ana Goitia debuta como monologuista

Ana Goitia debuta como monologuista en el Teatro Campos: «Me río de la edad, la gordofobia... de todo»

'Katana' es un espectáculo en el que Ana habla de multitud de temas de la vida cotidiana y de los que a veces ni siquiera somos conscientes o que nunca hemos verbalizado. «Básicamente, es una hora de humor sin parar. Hablo de todo un poco, de la música que se oye ahora y del marketing que tiene detrás, de la moda de que padres y niños acudan a conciertos, de la edad, la gordofobia, el machismo... Mucho humor que también deja margen para reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos. Pero no quiero hacer spoiler, tienen que verlo», anima. Aunque Ana siempre tiene su texto bien preparado, confiesa que también suele improvisar, porque además le gusta hacer guiños personalizados en cada ciudad que visita. Por supuesto, Bilbao no se librará. «Hay monologuistas que son más cuadriculados, pero yo siempre dejo un hueco para la improvisación. Además, las mejores ideas me salen cuando improviso», confiesa.

Pero no solo cuando improvisa. En la cabeza de Ana, las ideas bullen continuamente, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia. Muchas veces va ensayando en voz alta mientras conduce y siempre sale algo gracioso que al final puede acabar incluyendo en su siguiente bolo. Todo surge de la vida cotidiana, de la actualidad y de su propia vida. «Es que a mi me pasa de todo. Soy grande físicamente y también me pasa todo a lo grande, lo bueno y lo malo. Podría hacer un monólogo contando únicamente algunas de las miles de anécdotas que me han pasado», confiesa. Por ejemplo, recuerda una vez en un aeropuerto de Japón en el que todo el mundo estaba mirándola sin parar. «Comprendo que puedo llamar la atención, pero aquello ya era demasiado. ¡Vaya mosqueo!». Menos mal que su pareja le dio la pista de lo que todos miraban extrañados: «¡Llevaba metros y metros de papel higiénico colgando de la parte trasera del pantalón!».

El monólogo de Ana dura una hora, pero cuando termina los espectadores siempre le dicen que se les hace muy corto. «Es el mejor halago que te pueden hacer. También me encanta que me digan que se sienten bastante identificados con las cosas que comento. Aunque ya lo intuyo desde el escenario, porque se parten de risa sin parar, se convierten en mis cómplices». Y es que Ana pone toda la carne al asador cuando está ante sus espectadores. «Soy pura energía durante todo el monólogo. Es que no puedo parar, estoy muy arriba todo el rato. Me pongo un poco nerviosa justo antes de empezar, pero cuando el público se ríe se me va todo. Termino tan agotada que al día siguiente parece que he estado de gaupasa», ríe.

Después de pasar por varias localidades, Ana espera con entusiasmo su cita en el Teatro Campos. «Estoy súper emocionada, es el primer teatro de Bilbao que me brinda la oportunidad, a mí que no soy nadie. ¡Es la leche, me apetece muchísimo!». Después, pasará por Aretxabaleta (10 de enero), Zumaia (30 de enero), Etxarri (7 de febrero) y Lekeitio (28 de febrero). Las entradas pueden adquirirse en www.barreman.eus. Para la humorista lekeitarra, esta aventura es también una oportunidad para dar voz a las mujeres cómicas en euskera, que «son muy pocas. La comedia vasca está resurgiendo tras un tiempo de parón después de los años del boom. Y, por supuesto, las mujeres también tenemos que ser protagonistas».

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