La historia de Adolfo Pérez Morales, conocido como Fito entre sus amigos, conmueve profundamente, pero su valiente actitud genera un sentimiento de envidia sana. Perder a su padre en julio del año pasado, su gran referente, impulso a este joven de Gernika a replantearse su ... manera de vivir. El mayor de los lujos, el tiempo, se le escapaba de las manos, y esto no podía seguir así. Gracias a una profunda introspección, se dio cuenta de que algo estaba fallando, y de que las piezas de su camino hasta ese momento no terminaban de encajar del todo. Tras planificarse debidamente, optó por vender la gran mayoría de sus pertenencias, por muy a película que suene, para irse a dar la vuelta al mundo. Lo que comenzó como una escurridiza huida, hoy se ha convertido en su pasión y nuevo estilo de vida, totalmente nómada. A bordo de su furgoneta camperizada, y acompañado siempre por su fiel gatita Zarpas, este ingeniero de 26 años no solo ha logrado redimirse, sino que afirma volver a encontrarse estable, libre y, sobre todo, feliz. «Hace justo un año, compré una ambulancia y la adapté a mis necesidades. Me tiré como dos meses trabajando 10 horas al día, siguiendo los consejos que me habían dado varios amigos carpinteros y electricistas. Nunca he sido un manitas, no tenía ni idea, pero quería aprender todo desde cero por si luego surgían complicaciones», explica orgulloso.
Publicidad
Su curiosidad por conocer otras culturas siempre ha estado ahí. Después de estudiar un grado superior de mecanizado a los 18 años, y posteriormente la carrera de ingeniería en San Mames, Fito se marchó a Irlanda y Alemania de Erasmus. A su regreso a Bilbao, simultaneaba cuatro trabajos, con el fin de ahorrar dinero, para continuar escapándose a otros países. «Fue una época un poco loca. Estaba de ingeniero en Llodio y de guardián, profesor y bedel en el Colegio Lauro», ríe. Un buen día, se despertó y su padre Adolfo había fallecido sin esperarlo. Roto de dolor, decidió seguir adelante con un viaje programado a Estados Unidos, con la intención de cursar un Máster. «Nunca lo llegué a hacer, lo abandoné al poco de empezarlo. Estaba leyendo 'Hacía rutas salvajes' y algo hizo clic en la cabeza. Me dije que no quería ser ingeniero, que quería vivir de verdad. Y sí, perdí casi todo el dinero que había conseguido, pero aún me quedaba algo para arrancar otra vez», matiza. A mediados de septiembre de 2021, regresaba a Bilbao de nuevo, dispuesto a retomar una vez más las riendas de su vida.
'La Hippistenica' – juego de palabras entre 'hippie' y calistenia - ya estaba lista (aunque sin amueblar) más o menos en diciembre. Dos meses más tarde, este apasionado del deporte viajó por España de manera más tranquila, con la intención de tener un primer acercamiento y aclimatarse a su nuevo hogar. «Mi idea era entonces viajar un año y medio por nuestro país. Empecé por las montañas, bajé a Cádiz y me iba a ir a las Islas Canarias, pero al de dos semanas ya planeaba viajar a Canadá o Sudamérica. Ansiaba ver diferentes formas de vivir y quería explorar». En mayo de 2021, Fito volvió al País Vasco. Vació su trastero, puso a la venta sus cosas por Internet y, en agosto, alquiló su casa de Gernika a una familia. «Mis recuerdos de toda una vida…, pero me dije: 'nos vamos con lo justo y necesario' y así fue. Me marché a hacer el sendero GR20 a Córcega, la isla virgen más preciosa y auténtica en la que he estado nunca», rememora.
Fito, que reconoce sentirse pleno ahora mismo, sabe adaptarse a los imprevistos que puedan surgir. La ruta que programó en sus inicios ha cambiado tantas veces que ya casi ni las recuerda. Dentro de una semana, hará un mes que partió nuevamente desde Bilbao, abierto totalmente a lo que la vida le ponga por delante. Tras dejar Menorca, donde ha pasado unos días con una amiga, su siguiente plan consiste en llegar a los Alpes franceses, suizos e italianos; y las montañas dolomitas. De ahí tirará hacia el este e irá visitando poco a poco diferentes países hasta recalar en Mongolia. «Lo especial del viaje, al final, es la gente con la que lo compartes y conoces por el camino», matiza este extrovertido, pero a la vez tranquilo joven, que ni en sus mejores sueños imaginó atreverse a emprender una aventura semejante. «Siempre le decía a mi padre que yo no quería estar encerrado en una empresa a los 30. Lo sabía, pero no actuaba acorde a lo que pensaba».
Con el fin de compartir su particular aventura, y a la vez animar a personas con sus mismas inquietudes vitales e intereses, Fito decidió crear un canal de YouTube. Difundir contenido sobre su extraordinario viaje entraba en el plan, pero desde luego no monetizar el proyecto tan rápido. Gracias a su desparpajo, autenticidad y simpatía ha conseguido una ferviente comunidad de seguidores que no se pierden ninguno de sus pasos. Uno de sus vídeos ha llegado incluso a superar las 98.000 visualizaciones. Agradecido por el inesperado éxito, se lo pasa bomba mientras perfecciona sus técnicas de grabar y editar vídeos. Autodidacta, considera importante enseñar qué hay realmente detrás de viajar de esta atípica manera. Una casa abandonada, 10 consejos para vivir en furgoneta, su experiencia con su gata, vivir a -15 grados… Los temas varían en función de dónde se encuentre y qué esté explorando en esos momentos. «No me importa exponerme. Yo estoy haciendo algo que siento de corazón y que me llena totalmente. Pretendo que tenga sentido y quiero transmitirlo. Si este viaje fuese solo para mí estaría bien, pero no aporto nada los demás. Con YouTube siento que la gente ve lo que hago, y si de verdad les gusta este estilo de vida, los animo a que se atrevan a llevarlo a cabo», añade alguien que considera que muchos de nosotros estamos condicionados por el qué dirán y nos falta prestar atención a nuestros verdaderos deseos.
Publicidad
Vivir a solas tiene, como todo, sus ventajas al igual que sus inconvenientes. El aprendiz de YouTuber tiene un ritual obligatorio en el día a día. «Hasta las 10:30 hago 'calistenia furgonetil', es decir, dominadas en el techo. Y luego ya empieza el día. Me siento un poco como un viejete de la montaña, duermo cuando anochece y me despierto con el amanecer», añade emocionado este joven, que se nota que trabaja duro y ha optado por consumir carne, verdura y pescado ante todo local. La otra cara de la moneda se refleja al caer la noche, cuando la soledad asoma tímidamente. «A veces es duro, pero no cambio esto por nada. Conozco a mucha gente viajando, y estoy metido en muchos grupos de WhatsApp con personas que, al final, son los de siempre y están ahí para mí. En este viaje, de hecho, me he vuelto mucho más espiritual. Siento que mis padres están viajando conmigo y me velan desde el cielo», afirma convencido.
Pero Fito puede presumir de sentirse acompañado, en verdad, todo el rato. Una pequeña gata, a la que apodó cariñosamente con el nombre de 'Zarpas', le acompaña desde hace un mes y medio en su travesía. Encontrada y cuidada varias semanas por su cuadrilla, el de Gernika enseguida sintió que tenía que quedársela. «Tiene 4 meses y medio, y hace montaña conmigo. Cuando se cansa, la meto en la mochila y seguimos. La primera semana no la dejaba salir, pero con paciencia y al poco tiempo ya aprendió que la furgoneta es hogar. Además, me encanta que sea muy libre: escala árboles, se va por ahí y luego vuelve…», añade este aventurero, que admite no comprar más que la ropa que utiliza y cuando resulta estrictamente necesario.
Publicidad
En una sociedad en la que absolutamente todos estamos condicionados de una forma u otra, hay veces en que resulta complicado ser fiel a uno mismo. Atreverse a desafiar lo establecido no siempre es fácil. Por suerte, Fito ha sabido redirigir su vida a tiempo, dar luz a sus valores, vivir con menos y perseguir su sueño. Una opción muy legítima que, de momento, le hace feliz. Y aunque no sabe lo que le deparará el futuro, este joven planea viajar mínimo durante dos años, mientras sigue coleccionando inolvidables experiencias. «Más adelante, sueño con ser padre, tener un caserío y escribir un libro. Pero, por ahora, prefiero vivir el presente».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.