Sonia, la bilbaína que ha abierto una sorprendente tienda de decoración en el centro de Bilbao

Tras quince años viviendo en Madrid, donde ha sido directora comercial de grandes marcas en el sector de la moda y el lifestyle, esta bilbaína volvió a su tierra natal por amor. «Tenía mi vida hecha en la capital y lo dejé todo hace cuatro años». Desde muy pequeña, tuvo «una sensibilidad especial por todo aquello que fuera bello», cualidad que ha ido creciendo al ritmo de su propia evolución personal y profesional. Sus constantes viajes de trabajo por Europa durante más de una década dejaron en ella un bagaje cultural, estético y artístico que ha ido moldeando su imaginario creativo, hasta el punto de llegar a hacer incursiones esporádicas en decoración durante su tiempo libre. «Tuve la suerte de crear espacios en casas de amigos, de amigos de amigos, y de ahí un largo etcétera que compaginaba con mi trabajo».

Como a tantos, la pandemia les obligó a parar y a replantearse sus propios intereses. Bruno, que adoptó hace mucho tiempo el nombre de su Yorkshire de 18 años como apellido «artístico», visualizó una nueva vida en el sector por el que siempre había sentido vocación, con el objetivo de reflejar su propio estilo en un nuevo proyecto de decoración e interiorismo. El suyo es un estilo formado por la mezcla de varios elementos que conviven en perfecta armonía para formar algo único. «Solo así consigo crear espacios con alma», apunta, y de ahí el nombre «Alma 22», «porque además nací el día 22, me casé el día 22 y hemos abierto la tienda en el 2022», explica.

Alma 22 es una propuesta refrescante que no se puede definir bajo un concepto concreto. Sonia trabaja con firmas nacionales e internacionales, con piezas que bailan entre lo parisino y lo nórdico, con clásicos renovados y objetos marcados por las tendencias actuales, con iconos del diseño e incluso con tesoros encontrados en brocantes. «También tenemos una pequeña selección de alguna pieza 'mid century', como puede ser la mesa de despacho donde recibimos a nuestros clientes. Un icono de los años 60 original de Holanda hecha en madera de palisandro. Todo un capricho», nos cuenta orgullosa.

En el propio espacio físico de Telésforo Aranzadi hay una cuidada selección de todo lo que se puede comprar por catálogo, pero Alma 22 es mucho más que una tienda de muebles y objetos. Lo que le hace especial y lo diferencia del resto es que, además, cuentan con un colaborador que se mueve entre Francia y Bilbao, capaz de encontrar por el mundo los tesoros más especiales. «Ahora mismo estamos a la búsqueda de un sofá cama de los 70 que nos ha pedido una clienta», asegura.

Del mismo modo, y de forma individual, Alma 22 ofrece proyectos de decoración y estilismo para pequeños y grandes proyectos. «Nuestra filosofía es que todos nuestros clientes son iguales, no hay diferencias. Damos un servicio personalizado, asesorando, ayudando, escuchando mucho y convirtiéndolo en un trabajo de equipo. Nos adaptamos a sus necesidades y recursos», explica. «Podemos ambientar una zona concreta de la casa, asesorar sobre qué lámpara, cojines o papel pintado poner o hacer una reforma integral del hogar. Nuestras puertas están abiertas a todo tipo de peticiones». Para este último caso cuentan, además, con un equipo multidisciplinar especializado.

Lo que tienen claro desde Alma 22 es que no venderán online, aunque sí lanzarán su propia página web con todo tipo de referencias. Y es que su objetivo a largo plazo no es llegar ser muy grandes, sino consolidarse como un mercado referente en Bilbao. La aceptación inicial está siendo buena y aún les queda un largo camino para «seguir haciendo las cosas bien y llenando los espacios de alma».