Zara cerrará en febrero la tienda de Zubiarte

La clausura ha caído como un jarro de agua fría entre las empleadas, si bien tampoco les ha terminado de sorprender. «Llevamos aquí 20 años y rara era la ocasión en que no se oían rumores de este tipo. Desde que empezamos siempre se ha escuchado que íbamos a cerrar, pero nunca se producía. Es verdad que esta vez el ruido se había incrementado notablemente», reconoció ayer una responsable sindical. Inditex les confirmó que la decisión es irrevocable. Zara cuenta en Zubiarte con una enorme tienda de dos alturas, donde vende ropa de hombre, mujer y niño. Es uno de los grandes tractores económicos del complejo.

No es el primer cierre. En septiembre de 2017 Zara cerró en el Casco Viejo de Bilbao la tienda con la que desembarcó en Euskadi. Contextualizó la clausura del establecimiento en la apertura de la macrotienda que después levantaría en la vieja sede de la BBK en la Gran Vía. Inditex remató una operación a tres bandas con la que terminó alquilando el inmueble que Mango le arrebató tras realizar un desembolso cercano a los 42 millones de euros.

El negocio, emplazado en el número 10 de la calle La Cruz, puso fin a una aventura comercial que se prolongó durante casi 30 años. A Inditex no le ha temblado el pulso en esta ocasión, como tampoco se lo pensó cuando bajó la persiana del local que tenía en la Gran Vía, en el tramo que enfila hacia el Sagrado Corazón cuando ha tenido que realizar cambios y traslados.

La marcha de Zara confirma que las grandes cadenas no se arrugan cuando las cuentas no les cuadran o quedan lejos de los ratios de rentabilidad previstos. Fue el caso de Louis Vuitton o el más reciente de H&M, que cesó la actividad al ser incapaz de equilibrar rentas próximas a los 50.000 euros mensuales que pagaba por un inmueble de la Plaza Moyúa. La crisis golpea periodicamente pero de forma contundente a las grandes superficies comerciales de la periferia.

La multinacional francesa FNAC dejó también la primavera del año pasado las instalaciones del centro comercial Artea, en Leioa, al «no haber cumplido las expectativas». Estas operaciones no se limitan al ámbito vizcaíno .La compañía fundada por Amancio Ortega ha llevado, asimismo, importantes reordenaciones en Valle Real, de la vecina Santander, que han incluido el cierre de distintas enseñas de su conglomerado empresarial.