Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Cuando a la doctora Pantxike Casquero se la pregunta por la fórmula mágica de ese santo grial que es la eterna juventud, su respuesta, lejos de alquimias milagrosas y nombres técnicos imposibles, es más sencilla de lo que habríamos podido esperar: la felicidad. «Sonreír mucho e intentar ser lo más positivo posible en la vida es lo mejor que puedes hacer», argumenta. A partir de ahí, se puede mejorar todo lo demás. De esto se hacen cargo en su Clínica de Medicina Estética y Homeopatía, trabajando desde el punto de vista de la salud, desde un bienestar que comienza en nuestro interior y constituye el pilar fundamental de este oasis de salud y belleza situado en pleno centro de Bilbao. «Siempre desde dentro hacia afuera», es su mantra a la hora de tratar a sus pacientes. Traspasamos el umbral de un señorial portal en la calle Máximo Aguirre 22 para adentrarnos en un local de tonos neutros, suelo laminado, aparatología de última generación y una banda sonora que invita a abandonarte al relax. La doctora Casquero sabe transmitir un entusiasmo contagioso por un trabajo que lleva desempeñando desde hace 33 años. Día a día, junto a su equipo de profesionales, ofrece una experiencia 360º dedicada a potenciar la belleza natural de cada persona, comenzando por un primer diagnóstico donde se descifran las disfunciones a nivel interno que pueden repercutir en el envejecimiento.
Huye de 'tips' obsoletos, de mitos pasados de moda y de trucos exprés. Olvídate de las facciones perfectamente simétricas, de los labios carnosos de esa actriz de éxito o de los pómulos 'tersísimos' de aquella presentadora que viste en televisión: lo que ahora se lleva es potenciar tu individualidad y mejorar el aspecto respetando tu propia naturaleza. «Para mí, la belleza está en encontrar lo mejor de uno mismo y mejorar lo que tenemos, poniendo en valor lo diferente y potenciando la fisionomía de cada persona», asegura. «En el País Vasco lo que más se demanda es mantenerse bien sin grandes cambios y a través de técnicas poco agresivas. La gente no quiere sorprenderse en el espejo y no reconocerse», reafirma. El rejuvenecimiento cutáneo es el tratamiento más buscado por los vizcaínos que acuden a la consulta de la doctora Casquero. ¿El objetivo? Prolongar en el tiempo la 'juventud', una meta soñada, a veces utópica, que desde su clínica intentan alcanzar. Para ello, hacen uso de nuevas técnicas, de estudios de anatomía y mímica de la cara y de productos revolucionarios que incorporan una mayor versatilidad, tanto en densidad como en la propia composición. Sus tratamientos no invasivos consiguen muy buenos resultados, cosa que antes era imposible sin cirugía. «Tenemos herramientas que nos permiten estimular la piel y conseguir un tensado que antes no era posible», explica.
La pregunta del millón: «¿a qué edad es recomendable empezar a plantearse un tratamiento de rejuvenecimiento?». La doctora responde: «Sin obsesionarnos, podemos empezar a los 25-30 años. Dependiendo de cada persona, se han de introducir gradualmente las cremas adecuadas para que la piel se mantenga en buenas condiciones. Además, es importante la limpieza facial. Lo que ocurre es que a los jóvenes les cuesta entrar en una rutina. Algunos recomiendan comenzar con el bótox como método preventivo pero, personalmente, no lo comparto».
A partir de los 30, sin embargo, el objetivo es aumentar la luminosidad y mantener el tensado. Para ello, defiende la mesoterapia, ya sea virtual o médica, que aporta vitaminas, antioxidantes y todos los nutrientes necesarios para prevenir y corregir los efectos propios del envejecimiento. También se puede nutrir la piel con ácido hialurónico reticulado o con aminoácidos que conserven el tono de la piel, algo que también se puede acompañar con peelings que aporten enzimas o vitamina C.
Ya entrada la década de los 40 habría que hacer un combinado de tratamientos que dependerán del estado de cada persona, de sus arrugas, flacidez y luminosidad. Se trataría, por tanto, de mezclar peelings, con mesoterapia y rellenos de diferente densidad. Además, a esta edad (o incluso antes) se podría empezar con el bótox para aquellas personas que tengan una fuerza muscular fuerte y unas arrugas marcadas en la frente, en las patas de gallo o el entrecejo.
En pieles maduras, por su parte, tendríamos que hablar de rejuvenecimiento en 3D, para trabajar la estructura de la piel y el reposicionamiento de los tejidos con rellenos de diferente densidad. «Ya no vale quitar una arruguita o relajar el músculo. A partir de los 50 tendríamos que descubrir qué zonas tienen que hacer de soporte de la piel», argumenta. En esta edad, la luz pulsada es básica para tratar discromías como manchas, lunares o fibromas. También lo son los peelings, la radiofrecuencia y el diagnóstico con VISIA®, que permite estudiar en profundidad las lesiones a nivel interno. Además, en la clínica de la doctora Casquero acaban de implantar los novedosos tratamientos con plasma jett, un procedimiento médico que nos permite conseguir resultados equivalentes o similares a la blefaroplastia (una técnica quirúrgica muy demandada para tratar el exceso de piel que provoca la aparición de bolsas y arrugas alrededos de los ojos). En el caso de las ojeras, sería conveniente combinarlo con ácido hialurónico reticulado, específico para esta zona, y ácido hialurónico con ácido succínico en mesoterapia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.