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Sexo durante el embarazo

¿Es el embarazo la mejor etapa para disfrutar del sexo?

Explicamos los cambios hormonales y fisiológicos que se producen durante la gestación, haciendo que la líbido aumente o decrezca según la etapa en la que se encuentre la mujer

Viernes, 14 de mayo 2021, 18:07

Esta semana venimos a compartir con vosotras nuestras reflexiones en torno al embarazo y la sexualidad. Aunque es obvio, sigue habiendo personas que ven ambas cuestiones incompatibles, como si quedarse embarazada significara tener relegar el sexo a un segundo plano o, incluso, abandonarlo. Nada ... más lejos de la realidad, ya que mantener encuentros durante esta época tiene incluso varios beneficios de cara a la salud de la gestante en todo el proceso. Esta semana ahondamos en el tema, contando para ello con la voz experta de Cristina Ferrero Camacho, sexóloga, educadora social, pedagoga y madre.

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Para empezar, en las primeras semanas de embarazo puede haber náuseas y vómitos, sentido del olfato acentuado, micción frecuente, somnolencia, sensación de cansancio, aumento del tamaño, turgencia y sensibilidad en los pechos, cambios de humor, irritabilidad, sensación de incredulidad acerca del proceso, etc., pudiéndose prolongar durante todo el primer trimestre de gestación. Físicamente y, en consecuencia, mentalmente, estamos poco dispuestas a tener encuentros eróticos con nuestra pareja, ya que aún nos estamos acostumbrando a la situación. La líbido de muchas mujeres experimenta un descenso en este primer trimestre, como consecuencia de los efectos hormonales y del posible cuadro de malestar comentado.

Durante el segundo trimestre, pese a que la vulva sufre algunas modificaciones, sobre todo en su pH vaginal, algo que puede provocar alteraciones, es habitual que, habiendo remitido algunos de los síntomas iniciales, el deseo reaparezca y se incremente. Los cambios hormonales repercuten en el aumento del flujo sanguíneo en la zona pélvica, facilitando la excitación y el placer. Asimismo, el resto de cambios corporales (pechos, silueta, etc.) también pueden contribuir a sentirse más sexy, al autoerotismo, incrementando la atracción y el deseo por parte de la pareja. De hecho, hemos de señalar que los orgasmos son como un analgésico natural, es decir, contribuyen a aliviar los dolores que puedan sucederse, tanto aquí como en el propio parto.

Finalmente, en el tercer trimestre suele haber incremento de peso, dificultades circulatorias, alteraciones y molestias digestivas y respiratorias, estreñimiento, sensación de no ser una misma (olvidos, dificultades de concentración…), etc. Física y psicológicamente se va acumulando el cansancio y cada vez se desea con mayor anhelo la llegada del parto. Por todo lo comentado, la líbido suele descender de nuevo e incluso desaparecer.

@leiasfez

En cualquiera de los trimestres, mientras que las y los profesionales sanitarios no lo contraindiquen, se pueden mantener encuentros eróticos, así como aprovechar la gran sensibilidad, la creatividad y el sentido del humor de ambas partes para seguir experimentando y disfrutando, individualmente y en los encuentros entre la pareja. Si bien, puestos a practicar, ¿es todo seguro? Veámoslo.

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¿Sexo oral?

Sí, son seguros tanto el cunnilingus (estimulación oral de la vulva) como la felación (estimulación oral del pene). Tan sólo evita insuflar aire al interior de la vagina durante la estimulación de la vulva. Las secreciones vaginales suelen aumentar de volumen y cambiar de consistencia, de olor y de sabor, por lo que puede aumentar la lubricación, pero nada especialmente desagradable.

¿Penetración vaginal?

Sí, a menos que esté contraindicada la penetración vaginal por los sanitarios que hagan seguimiento del embarazo. Una penetración vaginal encontrando las posturas que mejor se adapten al crecimiento del abdomen. El bebé no va a sufrir ningún daño, ni va a ser consciente, recordemos que entre la vagina y el útero se encuentra el cuello del útero, el cual, con el moco cervical, está sellado.

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¿Sexo anal?

Sí, con precaución: en caso de que la mujer embaraza padezca de hemorroides. Hay que evitar la penetración vaginal tras la penetración anal sin higiene previa, por las posibles bacterias que puedan llegar al canal vaginal, de riesgo también para el bebé.

¿Masturbación?

Sí, a menos que esté contraindicado el orgasmo por embarazo de riesgo o parto prematuro. Resulta que el orgasmo facilita el parto y, aunque seguramente no te lo comenten en el hospital, tenerlo provoca una elevación del útero y unas contracciones que facilitan la salida del bebé.

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¿Juguetes sexuales?

Sí, a menos que esté contraindicada la penetración vaginal por los sanitarios. Pero ¡ojo! debemos evitar juguetes sexuales que contengan ftalatos (compuestos químicos) que, siendo perjudiciales siempre para nuestra salud, por la mayor capacidad de absorción de la vulva podrían ser más dañinos aún, e incluso perjudicar al bebé.

@jeannedamas

El embarazo es una época muy interesante para que muchas mujeres gestantes se reconozcan mejor, corporal (incluyendo genitalmente) y emocionalmente. Y en este juego, es fundamental recordar que son mujeres adultas gestantes, con capacidad de decisión, frente a la infantilización que pueda llegarse a dar por parte de terceras personas (desde profesionales sanitarios hasta familiares u otras redes de apoyo).

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Además, el cuerpo de la mujer gestante pasa a convertirse, en cierto modo, en público, tanto por los profesionales que lo examinan en cada momento, como por el propio entorno o incluso personas desconocidas, que se toman ciertas licencias (a la gente le gusta mucho tocar tu tripa sin preguntarte). Durante embarazo y tras el parto, todo esto puede provocar que te dediques menos tiempo a ti misma, que siempre es necesario. Por tanto, que no se te olvide cuidarte.

Por último, y no por ello menos importante, en cualquiera de los trimestres, semanas o días, es crucial la comunicación y comprensión mutua en la pareja. Ya hablamos de ello en este artículo, y más si cabe, en esta etapa, ya que es importante afrontar la hostilidad subconsciente que también concurre a lo largo del embarazo, y se prolonga después, ya que a veces la madre gestante siente que está soportando la mayor parte del peso y/o sufrimiento, mientras que la otra persona se siente fuera de juego, apartada y falta de cariño y atención.

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Siempre hay que ser empáticos con la madre gestante, ya que está experimentando muchos cambios en su cuerpo, bastante rápidos, y debemos acompañarla. Eso sí, sin tomarla como una inútil, pero también sin reprocharle que no pueda llegar a todo. Poco a poco, si nos comunicamos de forma eficaz, puede ser una etapa en la que también, a nivel erótico, crezcáis como relación. Después, por supuesto, hay que seguir manteniendo sana nuestra relación, vosotros y vosotras también importáis.

Si quieres contactar con el autor, Aritz Resines Ruiz, o con su colaborador de esta semana, Cristina Ferrero Camacho, puedes encontrarles en www.xelebreak.com.

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