Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
En Bizkaia Dmoda recogemos cada viernes los testimonios sobre Tinder que llegan a nuestro email bizkaiadmoda@gmail.com. Hace un par de semanas, recibimos la historia de Naia y Paco, que relataron que se conocieron hace dos meses y están enamoradísimos. ¡Por fin una ... experiencia positiva en la que ha triunfado el amor! ¿Tú también has tenido suerte en esta app de citas? ¡Cuéntanoslo! Porque solo nos llegan decepciones... La semana pasada conocimos la historia de Irune que, muy cabreada, nos contó que un vecino de su pueblo le había tomado el pelo a través de esta aplicación. Y hoy traemos la experiencia de Olatz, que también es bastante negativa:
Hola, me llamo Olatz y tengo 48 años. Me hice Tinder hace seis meses por recomendación de mi psicóloga y algunos compañeros de trabajo. «¿De qué me estáis hablando?, ¿qué es eso?», les solté cuando me lo propusieron. Yo no sabía ni que existía, una ya tiene una edad...
Acababa de salir de una relación tóxica que duró seis años. Mi expareja me aisló de mi entorno y me quedé sola, sin amigos. Así que pensé que su consejo quizá no era tan mala idea. Cuando dejé de llorar por mi ex, abrí un perfil en la aplicación. No me puse foto, algo que debe ser lo único importante, pero con dos hijas adolescentes y en una ciudad tan pequeña como Bilbao... mejor ser discreta.
Resumir mi vida en Tinder es muy fácil: soy una psicóloga estupenda, y amiga ni os cuento. En este tiempo, he podido tener sexo con casados todo lo que hubiese querido y más. Casados... y cansados de sus parejas, buscaban un rollo fácil. Y ahí estaba yo, con ganas de conocer gente, pero sin ninguna gana de ser la diversión de nadie.
Así comenzó mi etapa como psicóloga. En Tinder he descubierto que soy una magnífica oyente, lectora, consejera y confidente. Eso sí, con pocas ganas de tener sexo con casados, así que me dediqué a escuchar sus penas y problemas. Y después a aconsejarles, algo que se me debió dar bastante bien, porque he arreglado alguna que otra pareja. Mención especial merece aquel que se había ido a vivir con su madre y acabó volviendo con su mujer.
En Tinder también he ganado un par de amigos. Pasé de los tristes que me contaban sus penas, pero con aquellos que eran divertidos me he ido de cañas y me he echado unas risas. Todavía sigo teniendo la aplicación y cuando me aburro en el sofá, me pongo a pasar fotos e incluso entablo alguna conversación. Pero, por desgracia, es más de lo mismo: casados insatisfechos que buscan un rollo fácil.
Envíanos tu experiencia en Tinder a bizkaiadmoda@gmail.com
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.