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Yelmo acaba de confirmar el cierre de las salas de cine que tiene en los complejos comerciales de Artea, en Leioa, y Megapark, en Barakaldo. La compañía, que clausurará también sus tiendas de caramelos Regaliz, ha justificado el cese temporal de la actividad cinematográfica al ... entender que su prioridad en estos momentos es «garantizar la salud y protección de las personas, tanto de clientes como de empleados». La medida afectará a las más de 500 cines que la firma tiene repartidas por toda España.
Fernando Évole, Country Manager de la firma, ha justifica esta decisión «por circunstancias excepcionales» y en el deseo de colaborar en «la reducción del contagio» del coronavirus. Si hace días optó, como ahora los Golem en Bilbao, por reducir su aforo en las salas de Madrid, La Rioja y Álava, esta vez se decanta por una decisión radical que cree coherente y necesaria. «Hemos permanecido en constante contacto con los organismos públicos para contribuir a evitar la proliferación del coronavirus desde el primer momento. Sin embargo, ante esta situación de pandemia y en un ejercicio de responsabilidad social, nos hemos visto obligados por causa de fuerza mayor de cerrar al público las líneas de negocio. Volveremos a ofrecer nuestros servicios en cuanto la situación vuelva a normalizarse. Nuestra prioridad -insiste Évole- es garantizar la salud y protección de las personas».
Évole dice que Cine Yelmo atiende así las medidas de seguridad decretadas por el Gobierno de España para prevenir el contagio y expansión del coronavirus. Entiende lógico la suspensión temporal de sus unidades de negocio, lo que implica, irremediablemente, la interrupción provisional de toda su actividad comercial». La empresa líder de exhibición en España alega que esta media reafirma el compromiso por la contención de la expansión del virus Covid-19 después de las intervenciones de prevención adoptadas en días previos por la compañía.
Redujo el aforo de sus salas a menos de un tercio de su capacidad en las zonas afectadas por el virus y aplicó un protocolo de prevención ante contingencias sanitarias que afectaba a la higiene de sus locales y espacios comunes mediante la utilización de detergentes especiales y dispensadores desinfectantes. «Es un momento muy difícil para el país y, en concreto, para la industria cinematográfica», se lamenta Évole.
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