Vuelve a triunfar el eterno talo de cinco euros

Puede que no sean expertos del Banco Mundial, ni del FMI, ni cerebros de las altas finanzas... pero las personas que suelen estar detrás de los mostradores de Santo Tomás son capaces de aventurar análisis de la realidad económica bilbaína sólo con saber cuántos kilos de tal o cual producto se han vendido a cierta hora, o cuántos talos con chorizo han salido de las planchas para ir directos a bocas voraces. Ni PIB, ni IPC ni nada... la buena marcha de los bolsillos se ha medido hoy en la villa en sidritas y kilos de alubias por cabeza. «Será por dinero, que estamos en Bilbao. Hoy la cosa va muy bien, vamos mejorando año a año», comentaba Luis Mari Osa, de Mañeko (Mallabia), que sudño la gota gorda para atender a sus impacientes clientes en su puesto de embutidos.

La gente, aunque siempre mira el euro, en este mercado se relaja un poco. Primero, porque están de fiesta. Y, segundo, porque por muy tiquismiquis que uno se ponga no hay grandes diferencias de precios de unos puestos a otros. «El talo con chorizo sigue costando 5 euros. ¡Llevamos ya así 4 ó 5 años! En todos los puestos está parecido. ¿Que si alguna vez hemos pensado en subir o bajar? Eso ya...», comentaba Xabi Villar de Euskaltxosna Sopuerta. Marga, una clienta que en ese momento le daba un bocado a su talo casi se atraganta solo con la mera idea de que este manjar pueda subir. «Hombre, a estos no hay que darles ideas, que 5 euros ya vale».