La ría vuelve a desbordarse en Zorrozaurre por lluvias intensas

Olabeaga y Elorrieta también se han visto fuertemente afectados en los dos últimos días por las fuertes lluvias. El barrio con vistas a la Ribera de Deusto ha sufrido un corte de tráfico entre las 5.00 y las 7.55 horas por el desbordamiento de la ría. Y en Elorrieta, no se ha podido circular hasta las 8.50 horas.

Asimismo, el Nervión no ha podido soportar la gran cantidad de agua caída en Orduña, donde se han producido importantes balsas de agua que dificultan el tránsito de vehículos en determinados puntos de la vía y que han obligado a cortar el tráfico en la BI-625, a la altura de las piscinas. El Cadagua tampoco ha podido resistir las fuertes precipitaciones y se han producido inundaciones en diferentes puntos como Gordexola, Aranguren y Alonsotegi, lo que ha obligado a cortar varias carreteras y paseos de Zalla y Güeñes. Dadas las circunstancias, los Ayuntamientos encartados se han decidido convocar las mesas de crisis.

Los desbordamientos en el Cadagua, además, han supuesto la evacuación de un hombre por la entrada de agua en su vivienda en Sodupe. «Se trataba de una persona de mediana edad con algunos problemas físicos. Ayer, él ya había retirado sus enseres para evitar daños. Le hemos ayudado a salir y le hemos trasladado hasta la vivienda próxima de un familiar», ha explicado el responsable de Protección Civil de Alonsotegi, Carlos Lastra.

Es el segundo día consecutivo en el que las fuertes lluvias desbordan la ría Bilbao. La bo­rras­ca que ayer sa­cu­dió Biz­kaia hizo subir la marea en Zorrozaurre como no se veía desde hace tiempo y se produjeron con­si­de­ra­bles inun­da­cio­nes en esa ri­be­ra de Bil­bao, a pe­sar de la aper­tu­ra del ca­nal de Deus­to, in­ca­paz de des­aguar con ga­ran­tías la cre­ci­da. La con­jun­ción de una fuer­te plea­mar y llu­vias to­rren­cia­les des­bor­dó la ca­pa­ci­dad de la is­la pa­ra ha­cer fren­te al agua­ce­ro y sem­bró du­das en­tre los ve­ci­nos so­bre la efi­ca­cia del nue­vo cau­ce, abier­to el 8 de oc­tu­bre por el Ayun­ta­mien­to en un in­ten­to de con­te­ner las ave­ni­das. Y hoy, los hechos han vuelto a repetirse.

Aun­que aún fal­tan im­por­tan­tes me­di­das pa­ra com­ple­tar los sis­te­mas de pre­ven­ción de inun­da­cio­nes, los re­si­den­tes en es­ta zo­na de ex­pan­sión de la ciu­dad han amanecido dos días consecutivos so­bre­sal­ta­dos por el em­pu­je de las aguas en coin­ci­den­cia con las plea­ma­res. «Lle­va­mos aquí diez años y es la peor inun­da­ción que he­mos te­ni­do. La más gran­de. Y eso que con­ta­mos con una bom­ba de achi­que nue­va que ha es­ta­do a pleno ren­di­mien­to... 'La is­la del fu­tu­ro' nos ven­den las au­to­ri­da­des. ¿Y qué pa­sa con la is­la del pre­sen­te?», se que­jó este miércoles Ne­rea Díaz, res­pon­sa­ble de Es­pa­cio Open, una de las in­dus­trias crea­ti­vas y cul­tu­ra­les de Zo­rro­zau­rre, que jun­to a seis em­plea­dos se es­me­ra­ba en arre­glar un des­a­gui­sa­do, que quién sabe si no se habrá repetido hoy.

Tam­bién en el bar San­ti, tem­plo pa­ra los tra­ba­ja­do­res de la Ri­be­ra, te­nían la mis­ma im­pre­sión: ha si­do peor que otras ve­ces. Creían que las inun­da­cio­nes pe­rió­di­cas iban a que­dar en el re­cuer­do gra­cias a la aper­tu­ra del ca­nal. Y no. «¡Nun­ca he vis­to tan al­ta la ma­rea! Ha­cía tiem­po que no su­ce­día y siem­pre era por­que se ha­bía ti­ra­do llo­vien­do fuer­te mu­chos días se­gui­dos. Pe­ro si te­ne­mos es­te pa­no­ra­ma por una no­che de agua...», ad­vir­tió Cla­ra Alon­so, res­pon­sa­ble del lo­cal, en me­dio de una bal­sa de lí­qui­do te­rro­so que le lle­ga­ba has­ta el to­bi­llo. Y ni tan mal por­que en otros pun­tos la al­tu­ra del agua su­peró de lar­go los 40 cen­tí­me­tros.