En prisión el barbero que tiene atemorizado al barrio de Santutxu

Los vecinos del entorno lamentan su repentina transformación. Todos coinciden en que era «un chico muy educado y buena persona». La peluquería siempre estaba llena. Las cosas parecían irle bien. Tenía pareja y una hija, pero de la noche a la mañana, todo cambió. La relación se rompió y Said empezó a tener problemas con las Justicia. En las últimas dos semanas ha sido arrestado en al menos tres ocasiones, dos de ellas por robo con violencia y otra por amenazas y atentado a la autoridad, e identificado una más por mantener una disputa con el cliente de un bar. «Le detienen y al de cuatro horas está otra vez por aquí. Y así todos los días», se quejan los vecinos, a los que ya no les sorprende ver seis patrullas de Ertzaintza y Policía local en la estrecha calle Médico Antonio Eguiluz, donde está ubicada la barbería Basarrate. La luna del escaparate luce con un gran boquete abierto en la parte inferior.

Los agentes han ido a buscarle después de que la mujer que regenta el establecimiento de alimentación y chucherías La esquina, en la calle Juan de la Cosa de Santutxu, denunciase que había sufrido un tirón de una cadena por parte de este individuo. Al parecer, ha aprovechado la hora del mediodía, cuando menos clientes frecuentan el comercio, para acceder a la tienda y arrancarle el collar de oro que llevaba al cuello. La víctima, de 60 años y origen chino, se duele y explica mediante gestos cómo le había dado el tirón. Aunque presentaba el cuello rojo, no necesitó recibir asistencia médica. «Si llega a hacer daño a mi madre... Tenemos miedo de que ahora, cuando le dejen suelto, vuelva», lamentaba ayer el hijo de la mujer. «Encima le conocemos de que tenía un comercio ahí abajo y se atreve a hacerlo durante el día». El matrimonio que regenta el bazar, natural de Shanghai, lleva tres años en Bilbao con sus dos hijos.

Cuando los agentes de la Ertzaintza han accedido a la peluquería, Said se ha mostrado colaborador, a diferencia de otras ocasiones. Esta vez no ha sido necesario movilizar a los Bizkor, dotados con cascos y escudos, como el domingo 9 de abril cuando se atrincheró y amenazó a los agentes. Tampoco han acordonado la zona. El hombre no ha ocultado su intención de autolesionarse con algún cristal, por lo que los ertzainas han optado por solicitar una ambulancia psiquiátrica. En el interior del local, donde había un pastor belga Malinois, que se han llevado los de la perrera, los agentes han localizado pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes para consumo.

Los ertzainas le han sacaron esposado y con el rostro cubierto por un choto y ha sido conducido hasta la ambulancia, que esperaba en medio de la expectación del vecindario, que se asomaba a las ventanas o se paraba a mirar en mitad de la acera.