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pello zupiria
Lunes, 27 de abril 2020, 19:41
Esta pandemia ha servido para enseñar el lado más solidario de muchas personas. Han sido muchas las iniciativas solidarias que han surgido para ayudar a los que más lo necesitan. En Derio un centenar de vecinos han unido sus fuerzas para confeccionar batas para los ... profesionales sanitarios, cuando hace unas semanas empezaron a escasear las EPI en algunos centros. En total, han donado más de 3.000 a distintos hospitales y residencias de Bizkaia.
La idea partió de Montse y su madre Paquita, una familia de la localidad que se dedica a hacer arreglos y costura. Empezaron a coser en una lonja batas con un forro de plástico cuando una vecina sanitaria alertó de que escaseaban las EPI en el centro donde trabajaba. De este modo, madre e hija consiguieron un rollo de plástico de 150 metros y se pusieron manos a la obra. El trabajo, sin embargo, les vino grande y enseguida se sumaron más voluntarios del pueblo. A pocos días el grupo creció y consiguieron un local más grande.
En total, un centenar de deriotarras se ha sumado al proyecto. Según dice Mónica Durán, una de las voluntarias, «Derio siempre ha sido muy solidario, pero en este caso se ha volcado completamente». Desde el cuatro de abril, no han parado de abastecer a cualquier centro sanitario que se haya puesto en contacto con ellos. Cruces, Basurto, Vitalitas, San Juan de Dios, Psiquiátrico de Zamudio... No han parado. Muchos han compaginado esta actividad con sus trabajos, otros, al verse en un ERTE o en paro, han dedicado más tiempo, pero en definitiva, todos se han involucrado. «Nos hemos juntado de todas las condiciones, sectores y edades, desde los veinti pocos años, hasta los setenta», explica Durán.
Divididos en dos turnos, uno por la mañana y otro por la tarde, veinte personas se han encargado de cortar los patrones de las batas: delanteras, traseras, mangas... Otro grupo se ha encargado de coserlos, así como de entregarlos a los hospitales y residencias. El ritmo de trabajo ha sido frenético: desde las 9.30 hasta las 14.00 horas y desde las tres de la tarde hasta las nueve de la noche. En los primeros diez días entregaron unas 1.500 unidades. «El objetivo siempre ha sido facilitar las EPI suficientes cuando se quedaban sin ellas y hasta que les volviesen a llegar», relata.
Asimismo, han contado con el apoyo desinteresado de personas de otros pueblos como Lezama, Sondika, Zamudio y Larrabetzu. Las brigadas de Protección Civil de Derio también han ayudado en los repartos y el Ayuntamiento se acercó a proporcionar guantes y jabón desinfectante. «La implicación de la gente ha sido una pasada y nos lo ha agradecido mucho. Los vecinos se quedaban hasta las nueve en los balcones para aplaudirnos a nosotros también», zanja satisfecha Durán.
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