El vizcaíno evacuado de Tailandia recibe el alta y abandona el hospital de Cruces

El cuadro clínico de Álex, que pese a haber nacido en Basauri reside en el municipio guipuzcoano de Lasarte, ha mejorado durante las últimas semanas. En estos momentos, según explica él mismo, se encuentra «bien por fuera», aunque todavía debe ser sometido a más pruebas y guardar reposo. Es por ello que el servicio de hospitalización a domicilio, en el que será tratado en su casa, se identifica ahora como el tratamiento más adecuado.

El propio Álex comunicó ayer por la mañana a la ministra de Defensa, Margarita Robles, la mejora de su cuadro clínico. En una videollamada entre ambos, el basauritarra ha agradecido a la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacios (UMAER) el trabajo que realizaron durante su repatriación: «Si no llegan a intervenir, no lo cuento».

Álex García fue evacuado desde Tailandia el pasado 22 de abril. En el momento en el que aterrizó en el aeropuerto de Loiu, una ambulancia de Osakidetza le estaba esperando a pie de pista para trasladarle hasta Cruces, donde llegó media hora después tras una compleja evacuación mediante un camión con una plataforma para descender la camilla desde la aeronave.

En cuanto llegó a Cruces, los servicios médicos le operaron de forma inmediata de pancreatitis aguda. Entonces ya pronosticaron que su recuperación sería «larga». Fue cuatro semanas más tarde, el 14 de mayo, cuando abandonó la UCI. Entonces, en una entrevista publicada en este periódico, ya apuntaba que todavía le quedaban «unas semanas complicadas» hasta recibir el alta hospitalaria.

Álex y Usoa, su pareja, marcharon de viaje a Tailandia en febrero. Aunque el joven vizcaíno ya tenía alguna molestia, la inflamación del páncreas se le manifestó estando ya en el país asiático, concretamente el 25 de febrero. Lo que iba a ser una viaje romántico y de aventura se convirtió en un auténtico infierno. Los fuertes dolores y vómitos le llevaron a un hospital en el país asiático, donde ingresó en la UCI. Posteriormente fue trasladado a otro centro médico privado, cuya costosa estancia ha tenido que sufragar su familia.

Usoa, su mujer, inició una campaña en redes sociales para que Álex fuera repatriado de inmediato debido a la gravedad de su estado. El caso llegó a conocimiento del Ministerio de Defensa y la propia ministra, Margarita Robles, se implicó personalmente para encontrar una solución lo más urgente posible. La familia quería que el joven fuera asistido en un hospital cerca de su casa, como así se ha conseguido.