La violencia sexual creció un 18% el año pasado en Bizkaia

El servicio, impulsado por el departamento que lidera Laespada, asesorará a las víctimas de forma presencial, telefónica u online las 24 horas del día, los siete días de la semana. También ofrecerá un transporte gratuito a dependencias sanitarias, policiales o judiciales si así lo requiere la situación e incluso contará con un alojamiento temporal si se constata una urgencia. Su ubicación permanecerá en secreto por motivos de seguridad y las personas que acudan no tendrán la obligación de denunciar previamente, ni estar empadronadas en la provincia.

¿Cómo acceder entonces al servicio? Muy fácil. La institución foral ha abierto cuatro canales de comunicación diferentes: por vía telefónica a través del 900 840 977, por email (atencionviolenciasexual@bizkaia.eus), entrando en la página de la Diputación o por un chat habilitado de manera permanente en la web que cuenta con un botón de salida urgente para facilitar a las víctimas su acceso confidencial. A estas personas se sumarán las que sean derivadas de la propia policía o los servicios sanitarios.

Este centro será a su vez complementado por un segundo, como adelantó EL CORREO en su edición del domingo, que abrirá sus puertas en Bilbao, concretamente en la calle Ledesma, antes del verano. La finalidad será distinta. Según ha explicado la segunda teniente de diputada general, «será un espacio de atención ordinaria para las víctimas de violencia sexual enconfado en la recuperación integral de las mismas tras su paso por la asistencia de crisis».

El objetivo es, en definitiva, «diseñar toda una estrategia contra las consecuencias de la violencia para que las personas afectadas puedan proseguir con sus vidas después de la experiencia traumática vivida». Para tejer el dispositivo y sus acciones concretas la Diputación ha contado con la participación de instituciones y expertos en la materia. También ha realizado varias «sesiones de contraste» con responsables de los cuerpos policiales, los servicios sociales públicos, educativos, sanitarios y la propia judicatura. «Todas las iniciativas que estamos desarrollando buscan erradicar la violencia sexual, pero cuando se produce, tenemos que trabajar para proteger, asistir y acompañar en la recuperación y reparación de las víctimas«, ha explicado Laespada.