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En el año 2013, unos agentes de la Ertzaintza del grupo de requisitorias se presentaron en un piso del barrio de San Adrián. La mujer que les abrió la puerta no sabía que eran policías. Y mucho menos que llevaban una orden judicial ... de detención e ingreso en prisión para David Goicoechea Cortés, 'Pachacha', el hombre de 45 años que fue asesinado el jueves en la calle Zabala en el marco de una supuesta venganza entre clanes familiares.
En aquel incidente, al ver a los ertzainas, Goicoechea se escapó por la ventana y se refugió en el piso de un pariente. Los ertzainas consiguieron localizarle y pidieron refuerzos para sacarle de allí. Al final no hizo falta recurrir a la Brigada Móvil y Goicoechea, aconsejado por un familiar, se entregó sin oponer resistencia. En comisaría, sin embargo, descubrieron que escondía una gran bola de heroína dentro de su cuerpo. La casa a la que fueron a buscarle era utilizado supuestamente como un punto de tráfico de drogas, muy frecuentado por toxicómanos. De hecho, según explican fuentes policiales, poco antes de que el hombre escapase por la ventana hacia el patio del edificio se estaba produciendo una venta de estupefacientes.
La anécdota que protagonizó la víctima del asesinato del jueves es sólo un ejemplo del historial delictivo de unas familias que, antes de enemistarse por un supuesto móvil sentimental, se habían visto involucradas en numerosos incidentes. Según explican varios de sus vecinos, Goicoechea y algunos familiares vivieron durante una época dentro de una furgoneta que estaba aparcada cerca del instituto de San Adrián. De hecho, eran conocidos por colgar la ropa en unos arbustos de la zona.
David y su familia se mudaron después a una vivienda en este mismo barrio. Buena parte de ellos tienen antecedentes y han pasado por prisión por diversos delitos: desde robos con violencia, tráfico de drogas y agresiones con armas blancas. Una de las mujeres de estos clanes también era conocida por robar en comercios del centro de Bilbao utilizando un carrito de bebé.
Según explican fuentes policiales, una amiga de la otra familia envuelta en el tiroteo del jueves utilizaba al niño para distraer a las dependientas mientras ella se dedicaba a sustraer todo tipo de objetos y ropa. Estas familias, sin embargo, acabaron enfrentadas por una supuesta infidelidad en la que se vio envuelta un familiar cercano de Goicoechea.
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