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Un 'veterano' de Loiu pilota un avión de 1944 en los actos de homenaje de Normandía: «Ha sido muy emocionante»

«Te imaginas lo duro que debió de ser aquello para los participantes», asegura Carlos Manso, exjefe de la torre de control del aeropuerto de Bilbao

Lunes, 10 de junio 2024, 01:11

Carlos Manso tiene 72 años y fue jefe de la torre de control del aeropuerto de Bilbao durante algo más de una década. Se jubiló del oficio de controlador en 2017, pero lo que nunca ha abandonado es su pasión por los cielos. De hecho, ... Manso es piloto privado. Yla semana pasada participó en un evento único en el mundo. Este asturiano de nacimiento tomó parte en la exhibición aérea de aviones históricos de reconocimiento de la Segunda Guerra Mundial.

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Ylo hizo en un lugar y en un momento muy especial. El excontrolador de Loiu estuvo en Normandía, en el 80 aniversario del desembarco, en los actos que trajeron a Francia a un millón de espectadores y que contaron con la presencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. «Ha sido emocionante. Un privilegio y una responsabilidad poder volar estos aparatos y recorrer desde el aire sitios tan importantes en la historia como las playas de Omaha o Utah», cuenta, recién llegado del país vecino.

Las avionetas españolas se integraron en un escuadrón internacional para volar sobre las playas del 'Día D'

Manso formó parte de un equipo de cinco personas que partió el lunes pasado de Madrid a bordo de dos 'Piper L-4' y un coche de apoyo. Las dos avionetas son originales y tomaron parte en las operaciones de la Segunda Guerra Mundial. «Una de ellas estuvo en la batalla de Las Ardenas y la otra voló durante el propio desembarco. Su labor era la de reconocimiento o también para hacer de enlace para las comunicaciones. Son dos auténticas piezas de museo. Dos joyas que aún funcionan de manera formidable», explica el veterano de Loiu.

Las 'Piper L-4' pertenecen a la Fundación Infante de Orleans (FIO), una entidad sin ánimo de lucro que lucha por preservar en estado de vuelo el patrimonio histórico aeronáutico español. Las dos aeronaves de la FIO se integraron dentro de una escuadrilla de otra veintena de aparatos ligeros procedentes de varios países. Con el nombre de 'L-Birds' (L de 'Liasion', que en inglés significa nexo), todos ellos lucieron los distintivos originales de la USAF(el Ejército del Aire de Estados Unidos).

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Llevar los dos aviones históricos hasta Normandía fue toda una aventura. «Hicimos varias escalas. Paramos en Burgos y Vitoria, porque el primer día nos fue imposible cruzar los Pirineos por la meteorología», cuenta Manso. «Hay que tener en cuenta que son pájaros muy especiales (se pueden calificar de frágiles), que desarrollan una velocidad máxima de crucero de sólo 90 kilómetros por hora».

Tras una avería en el sistema de expulsión de gases de una de ellas que se vieron obligados a reparar ya en Francia, la expedición llegó a destino el miércoles, donde se juntaron con el resto de aparatos del escuadrón. «Había un buen ambiente de camaradería». Al día siguiente llegó el momento de sobrevolar las playas. «A mí se me pasó muy rápido y no fui muy consciente del momento histórico porque iba muy pendiente de respetar la formación y volar en grupo, que no es sencillo», relata. «Ya por la noche estuvimos hablando, después de la cena, de lo duro que debió de ser el desembarco. El porcentaje de bajas fue altísimo. Siento un gran respeto por aquellos hombres. Nos imaginamos las barcazas llegando a la arena, con una lluvia de balas silbando entre sus cabezas...».

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Paso al 'Air Force One'

Manso y sus compañeros también se pusieron en el papel de los pilotos de reconocimiento que volaron en 1944 los 'L-Birds'. «Corrieron un gran riesgo, ya que carecían de armamento y podían ser derribados en cualquier momento y con suma facilidad por los pilotos rivales de la Luftwafe».

Los integrantes del escuadrón internacional que tomó parte en el homenaje a los 'L-Birdos'.

Como anécdota, los miembros de la FIO y sus compañeros del improvisado escuadrón internacional tuvieron que pasar varias horas retenidos en un aeródromo de Caen porque el espacio aéreo quedó cerrado para la llegada del presidente de EE UU, con su 'Air Force One'. «Increíble el tinglado que se montó». Manso valora mucho la misión completada. «Ha sido un hito poder ir a Normandía con esos aparatos y participar en algo histórico», celebra.

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