Bilbao. Los comerciantes vizcaínos están sudando la gota gorda por culpa del calor reinante este otoño; o quizá sería mejor decir 'veroño', con el mercurio instalado hace días en marcas casi veraniegas. Las altas temperaturas están desplomado las ventas y llevan camino de destrozar la ... campaña mas importante del año. Los comerciantes aún confían en la llegada del frío para remontar el vuelo, si bien advierten de que el margen de que disponen se les está agotando. Dudan de si podrán revertir esta situación en los dos últimos meses del año, claves para cuadrar el ejercicio.
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Temen que la celebración del 'Black Friday', contra el que la mayoría del sector se ha rebelado por favorecer «únicamente a las grandes superficies», y la cercanía de la campaña navideña termine de reventar una temporada que ya arrancó con expectativas muy poco halagüeñas tras dar carpetazo a un verano que se movió igualmente en términos negativos. A diferencia de las tiendas especializadas en el equipamiento del hogar, que en absoluto acusan el desgaste del consumo, las de ropa y zapaterías continúan sin levantar cabeza. «Están sufriendo mucho, pero llueve sobre mojado», esgrime Jorge Aio, gerente de la asociación BilbaoCentro. «Hay multitud de factores coyunturales, aparte del tiempo que está haciendo, que explican esta situación. El equipamiento personal ha pasado clarísimamente a un segundo plano», subraya.
En este contexto los tenderos no terminan de pillarle el punto a los termómetros, muchos días por encima de los 24 grados, mientras los escaparates están poblados de abrigos y otras prendas de punto: «Cuesta mucho trabajar así y sacar esto adelante», se lamenta Gerardo Pedrosa, propietario del establecimiento de moda masculina de Ercilla. «Además, los comportamientos de compra entre hombres y mujeres son muy diferentes. Aunque no lo necesiten, las mujeres, por lo general, apenas necesitan estímulos porque les gusta comprar, lo que no se da tanto en los hombres. Así que hay que seguir peleando», recomienda Pedrosa.
Marta Fernández, secretaria general de Cecobi, la patronal del comercio vizcaína, asume que poca gente se plantea «con este sol» comprar ropa de abrigo, «botas o bufandas». La inestabilidad meteorológica ha llevado a muchos comercios, especialmente a grandes cadenas, a lanzar importantes descuentos y todo tipo de promociones para atraer la atención de la clientela sin tener que esperar a la llegada de unas rebajas, con cada vez menos tirón. No obstante, admite que algunos negocios minoristas han seguido la misma senda con la intención de hacer caja e intentar capear el temporal.
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Fernández alerta sobre las consecuencias económicas de estas temperaturas inusualmente altas y de las alteraciones que está provocando en el desarrollo de las campañas, donde cada vez resulta más difícil distinguir las estaciones. «Este año se está notando muchísimo más. No acabamos de arrancar. La temporada se va retrasando y casi empiezan las rebajas cuando comienza el mal tiempo. La realidad es que se nos pasan las semanas sin darnos cuenta», se queja Fernández.
No obstante, Rafael Gardeazabal, presidente de bilbaoDendak, pone el dedo en la llaga al reconocer que, al margen del 'otoño caliente' que está sufriendo el tejido comercial, el precio se ha convertido en el factor «determinante» que tira de la compra. «En estos momentos se vende lo barato y lo fácil, por eso Zara y Primark venden cada año más y los demás menos. La gente prefiere gastarse 5 euros en una camiseta y comprarse 10 que no dejarse 50 euros en dos. Nos está afectando mucho los productos baratos que recorren 40.000 kilómetros hasta llegar a nuestras tiendas», concluye.
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A diferencia del comercio, sobre el que se ha cernido la tormenta perfecta, Marta Férnández pone el acento en «lo fenomenal» que le va a la hostelería vizcaína con el calor reinante. Bares y restaurantes vizcaínos llenan sus comedores y terrazas frente a unos comercios a los que desde hace años les asaltan toda clase de dudas. ¿Tendrían que atreverse a exponer ropa de entretiempo en sus escaparates en noviembre y diciembre cuando los termómetros marcan registros veraniegos, como sucede en países como Italia siguiendo las recomendaciones de algunos de los diseñadores de lujo más renombrados?
«Algunos nos lo hemos llegado a plantear para no quedarnos a verlas venir, pero es muy difícil y arriesgado acometer una operación de este tipo», advierten distintos comerciantes vizcaínos consultados por este periódico. «Supondría mayores desembolsos, ya de por sí muy abultados, y de dudoso retorno económico, por lo que no lo vemos de momento muy factible», sostienen.
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En un contexto de crecientes adversidades y con una campaña «muy floja», los pequeños empresarios, en cambio, no parecen muy dispuestos este año a tirar la casa por la ventana con la llegada del 'Black Friday'. Al contrario de lo que hicieron cuando esta práctica importada de Estados Unidos arrasó, los negocios minoristas han terminado escamados al entender que alienta a consumir en las grandes superficies «en detrimento» de sus locales. La mayoría desistirá en esta ocasión de aplicar estos descuentos especiales «a modo de queja para que la gente sepa que estas campañas nos hacen muchísimo daño», matiza la secretaria general de Cecobi.
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