«No vendemos nada, es un desastre», se quejan los comerciantes vizcaínos

«A estas alturas del año pasado había vendido tres veces más que este. Es terrorífico», se queja Josema Hernández, propietario de NU, un establecimiento de moda masculina que nutre sus estanterías con prendas mayoritariamente italianas. «Es imposible vender algo con estas temperaturas. ¿Quién te va a comprar un plumífero con este calor, cuando, además, dentro de un mes el cliente lo va a encontrar a mitad de precio?», reprocha la encargada de un establecimiento de Bimba y Lola de la capital vizcaína.

Comerciantes y ejecutivos de diferentes organizaciones sectoriales han mostrado su preocupación por la marcha de sus negocios, que achacan principalmente al cambio climático, aunque tampoco ahorran críticas a su gestión empresarial. Aseguran que el sector debe «reorientar sus políticas comerciales» para garantizar la pervivencia de unos negocios que, en muchos casos, ven «temblar» su economía. «No podemos vender ropa de invierno cuando los clientes siguen en la playa», razona Gardeazabal, que plantea la posibilidad de «replicar» el modelo de las grandes cadenas de 'low cost', que para ir saliendo del paso despachan prendas que se puedan utilizar indistintamente en verano e invierno. «Si no, te comes la mercancía», vaticina.

Aunque las tiendas minoristas llevan tiempo estudiando la forma de abordar la problemática del cambio climático, el presidente de bilbaoDendak cree que no hay tiempo que perder y urge una «reacción inmediata» porque las «tesorerías de muchas empresas andan muy flojas. No han vendido nada, pero en noviembre tendrán que pagar las colecciones que exponen en sus escaparates desde finales de agosto. Son las consecuencias de tener cada vez más verano y menos invierno».

Este escenario ha provocado una caída de las ventas en torno a un 25%, según fuentes del sector. «No hablamos de un 5% ni un 10%. Son unos porcentajes insostenibles». subraya el responsable de Cecobi. Sin embargo, hay más factores que explican un desplome que puede agudizarse en las próximas semanas «de seguir las altas temperaturas. Se ha juntado la tormenta perfecta».

Los cambios de hábito han desplazado el grueso del «gasto familiar» al ocio y la hostelería en detrimento de la moda. Una situación que se ve agravada por los continuos descuentos . Firmas como Gant, Guess y Docker's practicarán hasta principios de noviembre descuentos de hasta el 40% en algunos artículos. «Y luego llegará el 'Black Friday'. Hemos acostumbrado a los clientes a las promociones, y así nos va», explican desde Bimba y Lola. «El Ayuntamiento ha enfocado Bilbao para que los turistas vengan a comer y ver el Guggenheim, pero no a que gasten en los comercios», protesta el dueño de NU.