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Los agentes del Grupo de Drogas de la comisaría de la Ertzaintza en Bilbao están «contentos». No sólo por la cantidad de droga decomisada -tres kilos de 'speed' y casi 6.000 plantas de marihuana-, ya que están acostumbrados a grandes alijos, sino «por el ... personaje que hemos conseguido retirar de la calle», explica su jefe en conversación con este periódico. Se trata de un bilbaíno de 35 años, con antecedentes por delitos contra el patrimonio, aunque no de drogas, pese a que se dedicaba a ello. Disfrutaba de dos domicilios, uno en Bilbao y otro en Castro Urdiales, y en un año ha usado hasta once coches distintos, entre ellos un 'Mercedes' rojo, un 'Audi S3' y un 'Porche'. Era tan escurridizo que nunca le habían logrado pillar y eso que había sido objetivo de distintos cuerpos policiales, entre ellos, la Ertzaintza. «Ya estuvimos detrás de él en 2017, pero no fructificó. Era muy receloso, tomaba unas medidas de seguridad exageradas, así que después de medio año optamos por dejarle reposar», admite el responsable del grupo de investigadores.
El pasado verano volvieron sobre su pista. Y esta vez ha acabado en prisión provisional acusado de tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia. Junto con él, también se ha desmantelado su «entramado», con el arresto de una veintena de personas, diez de las cuales han ingresado en la cárcel. 18 eran hombres y dos mujeres, la mayoría, salvo tres colombianos, eran nacionales. «Estaban empleados, recibían un sueldo mensual de la organización».
La operación 'Txungo', apodo con el que personas de su círculo se referían al cabecilla, se ha desarrollado de forma conjunta entre la Ertzaintza y la Guardia Civil en Bizkaia y Cantabria. «Durante un seguimiento detectamos a una patrulla de la Guardia Civil y nos dimos cuenta de que seguíamos al mismo objetivo. Después de varias reuniones con el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), decidimos integrar los dos grupos de investigación», relata el responsable de la Policía vasca.
Descubrieron que la red disponía de plantaciones 'indoor' de marihuana en Ortuella y en localidades cántabras, la principal de ellas en Arnuero, donde se decomisaron más de 3.400 plantas. «Eran cultivos de tres meses, 90 días, que podían generar hasta un millón de euros de ingresos al año», calculan. Esa droga no se vendía en el País Vasco, sino en el norte de Europa, donde «obtenían un precio mejor. En el Reino Unido llegaba a multiplicarse por cuatro». Con estas plantaciones financiaban la compra de las otras sustancias, 'speed' y cocaína, más dañinas y cuyo tráfico se castiga con más dureza en el Código Penal. Desmantelar los cultivos hubiera sido «sencillo», porque «están amarrados a la tierra tres meses», pero optaron por continuar con la investigación sobre «el objetivo más complejo» y atacar al suministro de 'speed' en Aragón, La Rioja, Navarra, Gipuzkoa y Bizkaia. Los investigadores sospechan que en la casa de Arnuero hubo hace dos años un laboratorio para fabricar sulfato de anfetamina, aunque en la actualidad ya había sido desmantelado.
A principios de año detectaron una entrega de droga. Se iba a realizar en el parking de la Alhóndiga el día 26 de febrero, donde una furgoneta permaneció una noche cargada con tres kilos de 'speed'. Los compradores se desplazaron desde Logroño, pero Ertzaintza y Guardia Civil decidieron intervenir antes y reventarles el pase. El sulfato de anfetamina se deteriora con rapidez por lo que tiene que conservarse en un congelador. «Cuando encontramos la droga, aún estaba fría», recuerda el mando.
En medio de la operación, un ertzaina del grupo de Drogas de Bilbao resultó herido al ser atropellado por el coche de uno de los traficantes que intentaba huir en Galdakao. El agente, que estuvo a punto de sufrir una fractura de tibia, tuvo que ser trasladado al hospital y permanece de baja recuperándose de las lesiones. Ese mismo día, sobre las ocho de la tarde, fue detenido el 'Txungo' en el peaje de Areta cuando regresaba con su hermano de realizar una gestión en Vitoria.
En Bizkaia hubo trece detenidos, ocho en Bilbao, dos en Arrigorriaga y uno en Ortuella, Galdakao y Trapagaran, además de siete en Cantabria, dos de ellos en Boo de Piélagos, dos en Santander y uno en Arnuero, Castro y Argoños. En los registros se decomisaron distintas cantidades de 'speed' hasta un total de cuatro kilos, cocaína, cafeína utilizada como corte, con lo que se hubieran obtenido hasta 30.000 dosis, una pistola de fuego real del calibre 6,35 con munición y una detonadora.
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