Un joven inyectándose heroína, una imagen habitual en la zona. e. c.

«Los niños no pueden jugar aquí, entramos a casa por el garaje»

Vecinos de la calle Mena de Bilbao piden que aumente la presencia policial porque aseguran que ha crecido la conflictividad del barrio

Domingo, 22 de mayo 2022, 04:03

Los vecinos de la calle Mena de Bilbao, que se asoma a la trinchera de las vías del tren, piden más Policía para atajar la degradación de su barrio, que «se ha vuelto insoportable» y les «quita la salud», aseguran.

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Llevan al menos 20 años ... quejándose al Ayuntamiento de la presencia de personas que se resguardan en los soportales de las VPO dejando un rastro de jeringuillas. Ahora denuncian un aumento de la conflictividad: Más insalubridad por restos de aparejos y droga, comida, bebida y desperdicios humanos porque un mayor número de «incívicos» frecuentan la calle, donde los trapicheos y las agresiones entre ellos han vuelto a ser «nuestro pan de cada día», aseguran.

El 10 de mayo, una chica que vivía en la calle agredió a su novio con un arma blanca, y éste respondió pegándole una paliza en la plaza. Tuvo que ser trasladado al hospital y ella fue detenida. Los residentes dicen temer también por su propia integridad. En 2014 y en 2016 se produjeron dos agresiones a vecinos. «Ya no puedes bajar ni al perro, porque se te enfrentan según el estado en el que estén. Ni asomarte a la ventana», asegura una madre de 39 años residente en el portal 17. Por miedo, la mayoría de los vecinos acceden a sus domicilios por el garaje, en la calle Amparo, para no tener que pasar por el portal.

«A mí y a mi pareja nos quisieron agredir en dos ocasiones y tuvimos que quitar la denuncia porque nos dijeron que era inútil, que no les iban a poder localizar», explica otra mujer de 66 años. «Aquí los niños no quieren salir a la calle a jugar. Tampoco pueden. Ni les dejamos para que no vean ciertas escenas» dice otra vecina de la misma edad.

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La comunidad del portal número 9 cambió la puerta hace años, pero «aun así se nos cuelan», según una residente que utiliza bolsos antirobo tras sufrir dos ataques. Su hijo, de 32 años, se desplaza en una silla de ruedas y «no se atreve a salir solo». Ella sólo sale durante las horas de luz. «Me iría si pudiera, como han hecho muchos. Esto es un sufrimiento diario y nadie se acuerda de nosotros».

Problema de convivencia

El área municipal de Seguridad dice que ya hay un dispositivo especial de vigilancia en la zona y reconoce recibir quejas por «la pernoctación de personas sin hogar» sin que haya un incremento de las infracciones. «Podemos hablar de problemas de convivencia, pero no de escalada de delitos. La percepción de inseguridad no se fundamenta en los hechos judicializados». En abril, el barrio fue el escenario de «siete delitos estratégicos», aquellos en los que hay violencia de por medio, uno menos que en el mismo periodo de 2021. La Policía detuvo a 6 personas, tres de ellas por lesiones. Otro de los arrestos fue por robo y el último, por un requerimiento judicial.

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