Una vecina denunció al falso policía de Etxebarri ante el alcalde por amedrentarla

El suceso ocurrió el 8 de noviembre de 2023, dos meses y medio después de que la Academia Vasca de Policía y Emergencias y el Ayuntamiento de Leioa hubieran advertido al Consistorio de que no le conocían de nada. La afectada, vecina del municipio desde que nació, tenía entonces 38 años y se dirigía a la academia de baile con su hija de 14 sobre las ocho de la tarde. Según denunció ante el regidor, al incorporarse a la N-634 desde el barrio de San Antonio fue «embestida» por un vehículo municipal sin distintivos policiales que en ocasiones los agentes utilizan para trabajar.

Muy nerviosa porque, dice, su seguridad se vio comprometida y porque desconocía que se trataba de un coche policial, se desvió por el puente de La Baskonia, tomó la rotonda y enfiló la Avenida Cervantes. Tras un kilómetro, el turismo le dio las luces y «se me cruzó delante, haciéndome parar» en un lugar «poco transitado y oscuro», que ya pertenecía al término municipal de Basauri, en vez de «en la parada de Bizkaibus de la nacional o en el Eroski del puente». La mujer y su hija estaban «aterrorizadas», según explicó ayer a este periódico.

Allí, el falso agente se bajó del vehículo, que dejó en medio de la calzada, se identificó como policía y la acusó de haberse saltado un semáforo, cosa que ella niega. Los agentes municipales pueden actuar en otra localidad si están persiguiendo un delito, pero no por una falta administrativa. Después, han de dar parte, algo que tampoco ocurrió. El hombre, que en todo momento exhibió una «actitud chulesca», la recriminó que se había pasado «un semáforo en ámbar colorado». Se dirigió a madre e hija en «tono jocoso e irrespetuoso» y de forma invasiva, metiendo la cabeza en la ventanilla. «¿Eso es lo que quieres la vida de tu hija?», espetó, mientras que pidió a la niña que no hiciera «lo que hace tu mamá de mayor».

La mujer relata que, tras exigirle su documentación, «hizo como que hablaba por radio sin obtener ninguna respuesta», y que al final «me dejó irme sin la supuesta multa, como perdonándome la vida, después de ver la cara desencajada de mi hija y mis ojos humedecidos». La situación, aseguró, fue tan descabellada que llegó a pensar que le habían gastado una broma pesada, hasta que dos días después vio al hombre con el uniforme policial regulando el tráfico. Fue entonces cuando trató de contactar con el cabo para quejarse.

El agente en prácticas que acompañó al policía 'fake' dos días antes se disculpó con ella y el cabo en funciones pidió que comunicara el incidente al alcalde, aunque se negaron a darle los datos del agente problemático. La mujer introdujo mediante el registro una queja el 15 de noviembre de 2023, miércoles, y fue citada la semana siguiente por el regidor.

En la reunión, el alcalde le puso un vídeo a la ciudadana, porque ese semáforo tiene una cámara, en el que quedó de manifiesto que no se lo había saltado, le pidió disculpas y que identificara al agente que la había agraviado entre una batería de imágenes de policías. Tras realizar las comprobaciones, prometió entonces que le sancionaría y la mujer aparcó su intención inicial de llevar el caso ante la Ertzaintza.

«Me causó una crisis de ansiedad importante. Otra de las consecuencias es que mi hija difícilmente llamará a la Policía si se encuentra en complicaciones ya que le han hecho pasar el peor momento de su corta vida los que se suponen que están para todo lo contrario», denunció la mujer, que sigue muy dolida por lo ocurrido más de un año después.