Los vascos tendrán derecho a cobrar los 200 euros por hijo hasta los 3 años desde el 1 de enero

La medida estrella o, al menos, la más llamativa del paquete de 36 iniciativas que van a ser implementadas, es el cheque mensual de 200 euros por cada hijo hasta tres años de edad que esté a cargo de las familias. Una ayuda que fue anunciada por el lehendakari el mes pasado pero de la que ayer se supo algún detalle nuevo. La principal novedad es que los beneficiarios tendrán derecho a percibir este dinero desde el 1 de enero, de tal forma que, aunque se retrase su tramitación por motivos administrativos o burocráticos, podrán cobrar ese dinero con efecto retroactivo.

Hasta ahora, se sabía que el impulso a esta iniciativa sería en 2023, pero no se garantizaba que estuviera lista para el 1 de enero.Ayer por la mañana, el secretario general de Transición Social y Agenda 2030, Jonan Fernández, precisó que ese derecho se podrá ejercer, en caso de que se retrase el proceso, de forma retroactiva al citado inicio de año.

Fernández también desgranó algunas cifras económicas del plan. En concreto, el cheque mensual por hijos hasta 3 años que cobrarán todas las familias con una renta inferior a 100.000 euros anuales necesitará de una dotación presupuestaria de 125 millones en cada ejercicio. Además, otros 20 millones se destinarán a préstamos y subvenciones para jóvenes emprendedores. Por último, el coste de otra de las medidas más esperadas (la gratuidad de las aulas y guarderías de 0 a 2 años) supondrá una inversión de entre 5 y 7 millones. En total serán entre 152 millones los necesarios para estas propuestas (en un principio se había hablado de 145). Hay que resaltar que las ayudas serán compatibles con las prestaciones de la RGI y con las exenciones fiscales.

Otra de las novedades es que se va ampliar la edad desde los actuales 3 años hasta los 14 años, para la contratación de personas trabajadoras para el cuidado de descendientes menores, con efectos retroactivos al curso 2021-2022. Significa que habrá más apoyo para la conciliación. Otra medida será la revisión de los precios y la modificación de tarifas de uso del transporte público para las personas jóvenes, unificando en todos los territorios las tarifas correspondientes al tramo de edad considerado joven según la Ley de Juventud. De esta forma, en el metro de Bilbao, por ejemplo, hay una bonificación hasta los 26 años. Ahora beneficiará también a aquellas personas que tengan hasta 30.

El plan también reforzará las inspecciones laborales para detectar nichos y prácticas que precaricen las condiciones de trabajo de los jóvenes. Y, además, se impulsará un plan de choque contra el paro juvenil. La vivienda será otro punto fuerte. Como ya se anunció en invierno, se flexibilizarán las condiciones para acceder al programa de ayudas al alquiler Gaztelagun. El límite de ingresos pasará de 18.000 euros para una ayuda individual, 24.000 para la familiar y 28.000 para la numerosa a los nuevos umbrales: 24.500, 28.000 y 32.000 euros, respectivamente.

En definitiva, el Gobierno vasco quiere facilitar las cosas para que los jóvenes, como dijo Jonan Fernández, puedan «tener los hijos que quieran y cuándo quieran».

El plan de choque para afrontar el reto demográfico parte de la preocupante tendencia en materia de natalidad que arrastra Euskadi desde hace ya casi una década, pero, además, se fundamenta en una encuesta sociológica realizada recientemente por el propio Gobierno vasco. Ese estudio revela datos sorprendentes como, por ejemplo, que el 52% de los vascos reconoce que ha tenido menos hijos de los que le hubiera gustado tener. La media de los deseos en esta materia por parte de las personas entrevistadas en la citada encuesta colocaría la tasa de natalidad en el 2,2% en lugar del dato real de 1,28%.

Además, los participantes en el estudio aseguran que la edad ideal para ser padres son los 28 años, algo que contrasta igualmente con la realidad. Actualmente, los vascos tienen descendencia a los 32,6 años. Los vascos consideran que los factores que más les animarían a tener hijos serían la creación de empleo (23%) y de calidad (14%) y las ayudas (17%).