El uso del transporte público se dispara en Bizkaia hasta los 16 millones de viajes al mes

Hablamos, prácticamente, de un millón más de usuarios cada mes que se explican por un cúmulo de motivos. El territorio histórico recibe más visitantes que nunca y el final de la pandemia ha reconciliado con el transporte público a los usuarios más precavidos. También está el 'efecto gabarra', que provocó que el pasado abril –mes en el que las principales operadoras vizcaínas prepararon dispositivos especiales a consecuencia de la final de Copa y su celebración– se sumaran 16,4 millones de trayectos. Un 17,5% más que en 2023 durante el mismo periodo, según cifras hechas públicas por el Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB).

Sin embargo, más allá de hechos circunstanciales y cambios en los hábitos vitales, la apuesta del Gobierno central y las instituciones vascas por prorrogar los descuentos está detrás del estado de buena salud que goza el transporte público vizcaíno. Estas bonificaciones –que podrían desaparecer a finales de año tal y como las conocemos– comenzaron a aplicarse en septiembre de 2022 con el objetivo de mitigar los efectos de la inflación surgida a raíz de la guerra de Ucrania. Su primera consecuencia fue un aumento de dos millones de pasajeros al mes en los autobuses, trenes y tranvías del territorio.

La compañía que más ha notado el efecto de estos descuentos ha sido Renfe. El Gobierno central subvenciona la totalidad del billete para viajeros frecuentes desde el 1 de septiembre de 2022, lo que supuso que pasara de una media mensual de 600.000 usuarios mensuales a 1,2 millones.

En el caso de los transportes públicos dependientes de las entidades vizcaínas, estos tienen una bonificación del 50%, en la que el Gobierno central aporta el 30% y las administraciones vascas el 20%. Entre las operadoras con esta bonificación, la que registra un mayor aumento en su uso es Metro Bilbao, que suma medio millón más de viajeros al mes que el año pasado, hasta alcanzar un total de 85 billetes cancelados hasta julio.

Bizkaibus también registra un arranque de año de récord que le dispara a romper su techo anual de 30 millones de viajeros. Hasta julio, sumó 19,3 millones de pasajeros, un 19,25% más que el año pasado durante el mismo periodo. En mayor o menor medida, el uso de todos los autobuses urbanos gestionados por los ayuntamientos emula al crecimiento de aquellos administrados por la Diputación. Salvo en el caso de Bilbobus y KBus (los que recorren Barakaldo).

Ambos transportes han sufrido sendas huelgas este año que les han afectado de manera significativa. En el caso de Bilbobus, el paro laboral –en el que los trabajadores exigían una revalorización salarial conforme al SMI y una batería de medidas sociales– se extendió desde principios de abril hasta finales de junio. En este periodo, el servicio registró un 42% menos de usuarios que durante el año anterior. Rozó el millón de viajeros mensuales, una cifras a las que no llegaba desde la pandemia.

Una de las medidas que el CTB puso en marcha el año pasado para fomentar el uso del transporte público es extender a Bilbobus y Bizkaibus los abonos mensuales que antes solo podían utilizarse en el metro. Estos billetes también tienen una bonificación del 50% y son fáciles de amortizar. Además, en el caso de que el Gobierno central decida suprimir el 30% de la bonificación que aporta, estos tickets serán los únicos que mantengan la parte de la bonificación que ponen las administraciones vascas. Es decir, tendrán una rebaja del 20%, mientras el coste de la Barik se duplicará.

Aunque los abonos sean fáciles de amortizar y puedan utilizarse en los principales transportes del territorio, su uso es, por el momento, residual. El Bidai 50 (el más utilizado y con el que se pueden hacer 50 viajes en un mes) ha pasado de representar el 10% de los trayectos que se realizaron en Metro Bilbao en 2023 a un 10,8% este año. Apenas hay variación.

La llegada de estos abonos a Bizkaibus y Bilbobus también ha sido limitada. En los primeros siete meses del año, solo el 1,3% de los pasajeros de los autobuses públicos de Bilbao y el 2,2% de los gestionados por la Diputación los han utilizado. Son unos porcentajes que será complicado que crezcan mientras continúe la bonificación a mitad de precio de los viajes con la Barik.