El acto de colocación de la primera piedra de la futura Facultad de Medicina de la UPV en Basurto ha estado en cierta forma condicionada por la protesta de un grupo de ertzainas. Los agentes han utilizado megáfonos y han proferido gritos durante prácticamente la hora entera que ha durado el evento.
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Situados a unos 50 metros de donde las autoridades daban su discurso, el ruido que han generado ha llegado a molestar al lehendakari. «Siento que tengan que soportar estas incomodidades por mí», ha dicho. «Porque ya me dirán ustedes qué tiene que ver el motivo de la protesta con este acto». Urkullu, visiblemente enfadado, ha instado a los miembros de la Policía autonómica que reclamaban mejoras laborales a mantener «una actitud respetuosa» y ha zanjado el asunto con un «nos queda mucho por aprender», en alusión posiblemente a cómo la sociedad, en general, plantea sus reivindicaciones.
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