Urkiola recibe a perros, gatos, burros y cabras por San Antonio

Tras la eucaristía de las doce de la mañana, las mascotas -la gran mayoría de ellos eran perros- y los 350 panecillos de la panadería Garate recibieron la bendición del vicario territorial Alex Alonso, que estuvo acompañado por una visita especial, la del cura Antonio Madinabeitia, único misionero que seguía viviendo en este barrio de Abadiño hasta el pasado mes de julio. «Además de los panes, hemos traído queso, algo de leche, chorizos. San Antón es el patrón de los baserritarras y el pan es símbolo de alimento esencial», reconocía Jesús Garate.

Desde Galdakao, acudía por primera vez a este barrio abadiñarra. «Vine el otro día al restaurante de aquí cerca con una amiga y me hablaron de este lugar. He venido con dos perras, una de ellas es 'Pandora' de la raza Schnauzer Miniatura, que tiene 13 años y otra es 'Roma', de casi tres años y es Schauzer mediano. Hoy hemos hecho una actividad diferente», explicó Raquel Sainz.

En el exterior del santuario, amenizaron con la trikitixa los Etxebarria padre e hijo. «Somos de Arrankudiaga y hacía años que no veníamos. De cuatro generaciones distintas, recuerdo que antes venía con mi padre y ahora vengo con mi hijo. Hemos decidido guardar la fecha de San Antonio para tocar algo de música y nos acercamos a los bares. Es un día muy bonito» señalaron Koldo y Unai Etxebarria.

Entre tanto perro, también tienen un hueco los gatos. En este caso, se trataba la primera vez de la gata 'Pepa' de siete años de la raza siamesa, natural de Getxo. «Venimos de paso y hemos aprovechado para venir a Urkiola. Otros años he estado pendiente de ir a Bilbao. Que tenga salud mi mascota este año», reconocía Mireia Tapia.

Desde Galdakao, también acudió Ismael Salcedo con su perra Kira, una mezcla de ratonero y pinscher, de tres años que esperaba a que terminase la misa para recibir la bendición. «Ya no trabajo y hemos decidido venir a pasar el día. Habíamos oído hablar de San Antón», confesaba. El vecino de Durango Rodrigo Cid recorrió los apenas 10 kilómetros que le separan de Urkiola. «Es el primer año que vengo con dos perras 'Timba' y 'Pirata' , una de ellas podenco portugués. Tienen siete y cuatro años», añadió.

El vecino de Mañaria es un asiduo de este día. «Es un día muy bonito y además nos ha respetado el tiempo. Vengo con 'Lur', podenco andaluz. Es la raza que persigue a los conejos», confesó Kandido Inzunza mientras el perro movía la cola contento. Del propio pueblo, Begoña Arrinda realizó un paseo matutino desde el monte Atxarte. «He venido andando para hacer un poco de ejercicio con mi perro 'Pluto' de la raza braco. Nunca había venido y este año me he animado.

La festividad de San Antonio Abad es el preludio de San Antonio de Padua, que se celebra en el mes de junio. Rodeado de una zona rural, antaño se solía sortear un cerdo, al igual que se hacía en San Sebastián. No obstante, desde hace cinco años, la tradición se ha mantenido con cestas menores, debido al maltrato de los animales. Además, antes se celebraban tres misas diarias este 17 de enero, comenzando desde las diez de la mañana y terminando a la una de la mañana, llegando a albergar hasta 400 creyentes por misa.

Urkiola también acogió a visitantes de lugares como Vitoria o San Sebastián. De la capital gasteiztarra, acudió por primera vez con una perra labradora 'Ari' de dos años y medio. «Es algo tradicional y queremos que le bendiga el cura. Hasta ahora, he venido muchas veces pero sin perro», añadía Andoni. Desde la costa vizcaína, de Elantxobe, el padre e hijo José Mari y Joseba Arévalo disfrutaban de un caldo en el bar de la localidad acompañados de la perra 'Laika', mezcla entre border collie y pastor vasco, de unos diez años.

Karmele recaló en esta zona rural de la comarca del Duranguesado, procedente de la capital guipuzcoana. «Vine muchos años con mis padres hasta que cumplí los 18 y me enteré de esta tradición. Llevábamos muchos años queriendo asistir y este año lo hemos hecho, además nos acompaña el tiempo», manifestó, acompañado de Javier y su perra 'Brandy', de la raza bichón maltés, de nueve años.

Por otra parte, la duranguesa Feli García acompañada del border collie 'Toy' de siete años y su marido Juan Antonio Uriarte. «Hemos venido desde Durango y hemos parado aquí. Luego compraremos unas rosquillas y un poco de pan antes de ir a casa», confesó. Por otro lado, un grupo de montañeros de Abadiño y Elorrio llegaron caminando desde Atxarte. «Hemos venido desde el camino viejo y solemos acudir todos los años. Siempre paramos a tomar un caldo caliente, vamos a misa y compramos un poco de pan, además de llevar un trozo al ganado», confesaron Angel Arkarazo, Pedro Abendibal, Gregorio Garitaonandia, Roberto Pérez, Jose Ignacio Uribetxebarria, Pedro Martínez y Xabier Azkarate.