Urbanismo verde y sistemas de alerta temprana contra los eventos extremos

Siempre se ha construido a la vera de los cauces, y ahora unos 100.000 vascos viven en zonas expuestas a las riadas. Algunas poblaciones, como el barrio de Altzaga, en Erandio, se sitúan, directamente, sobre antiguas vegas de la ría. URA, la Agencia Vasca del Agua, lleva años realizando encauzamientos y ensanchamientos o creando zonas de desbordamiento para minimizar los efectos de las avenidas. Realizar todas las obras necesarias para «salvar» a todos los expuestos costaria unos 2.000 millones. Pero también la plantación de bosques de ribera naturales, capaces de retener agua, disminuyen el riesgo de inundación en los núcleos urbanos. El Gobierno vasco pretende, por ello, incrementar la superficie de bosque de ribera antes de 2040. Actualmente, solo un 24% está ocupada por bosque natural.

Dentro del Plan de Transición Energética y Cambio Climático que el Gobierno vasco pretende materializar hasta 2024, el Departamento de Medio Ambiente contempla aumentar su capacidad de absorción de carbono. Se impulsarán proyectos de reforestación para incrementar la superficie arbolada. Ahora, el 48% de la misma la conforman plantaciones forestales de coníferas y eucaliptos, «con extracciones periódicas a corto plazo que devuelven a la atmósfera el carbono fijado». Así que ya de cara a 2040, el Gobierno vasco quiere incrementar la superficie de bosque natural, además de reconvertir bosques de producción en bosques de conservación.

El Gobierno vasco impulsará las denominadas soluciones basadas en la naturaleza, que aumentan la «resistencia» de los municipios al cambio climático. Se pueden materializar desarrollando infraestructuras verdes y azules en las ciudades (más lagos, parques...) sistemas de drenaje urbano sostenible y restaurando paisajes degradados, o no, a un estado natural, «fomentando al mismo tiempo un proceso de ecologización urbana». Por ejemplo, para amortiguar las olas de calor en las ciudades, el Ejecutivo autonómico plantea hasta 2040 aumentar la presencia de arbolado caducifolio hasta al menos el 85%, más efectivo. «En Bilbao se ha calculado, que para enfriar un grado la temperatura superficial habría que aumentar en 1,6 hectáreas el verde en la ciudad».

Antes de que concluya 2023 se realizarán planes de adaptación en todos los puertos vascos y se pretende mejorar los sistemas de alerta temprana, telemetría y videometría frente a eventos de inundación costera, además de la «resistencia de los hábitats dunares». Se elaborará igualmente el plan para la restauración de los espacios naturales del entorno de la bahía de Txingudi y el de recuperación y resiliencia de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. También se acometerá la restauración de la playa de Laga.