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Unanimidad entre los primeros visitantes a la nueva Termibus: «Ya era hora»

Miércoles, 27 de noviembre 2019, 19:29

Las erandiotarras Juliana Rosa y María Ángeles de la Rosa, naturales de Extremadura y León respectivamente, casi no encuentran palabras para describir la nueva terminal: “Lo ves y no lo crees. Llevamos años pasando por aquí para ir al hospital y hemos visto todo el proceso. Parecía que Bilbao nunca iba a tener una estación en condiciones”. — Las erandiotarras Juliana Rosa y María Ángeles de la Rosa, naturales de Extremadura y León respectivamente, casi no encuentran palabras para describir la nueva terminal: “Lo ves y no lo crees. Llevamos años pasando por aquí para ir al hospital y hemos visto todo el proceso. Parecía que Bilbao nunca iba a tener una estación en condiciones”.
MAIKA SALGUERO

Las erandiotarras Juliana Rosa y María Ángeles de la Rosa, naturales de Extremadura y León respectivamente, casi no encuentran palabras para describir la nueva terminal: “Lo ves y no lo crees. Llevamos años pasando por aquí para ir al hospital y hemos visto todo el proceso. Parecía que Bilbao nunca iba a tener una estación en condiciones”.

Las erandiotarras Juliana Rosa y María Ángeles de la Rosa, naturales de Extremadura y León respectivamente, casi no encuentran palabras para describir la nueva terminal: “Lo ves y no lo crees. Llevamos años pasando por aquí para ir al hospital y hemos visto todo el proceso. Parecía que Bilbao nunca iba a tener una estación en condiciones”.

Vecinas de Basurto como María Jesus Sesto y Mari Carmen Romero han sido quienes más han sufrido las afecciones por las obras: tráfico, ruido, suciedad... “Pero por fin podemos entrar. La espera ha merecido la pena. Lo de antes era casi tercermundista, no era digno para una ciudad como esta”, coinciden. — Vecinas de Basurto como María Jesus Sesto y Mari Carmen Romero han sido quienes más han sufrido las afecciones por las obras: tráfico, ruido, suciedad... “Pero por fin podemos entrar. La espera ha merecido la pena. Lo de antes era casi tercermundista, no era digno para una ciudad como esta”, coinciden.
MAIKA SALGUERO

Vecinas de Basurto como María Jesus Sesto y Mari Carmen Romero han sido quienes más han sufrido las afecciones por las obras: tráfico, ruido, suciedad... “Pero por fin podemos entrar. La espera ha merecido la pena. Lo de antes era casi tercermundista, no era digno para una ciudad como esta”, coinciden.

Vecinas de Basurto como María Jesus Sesto y Mari Carmen Romero han sido quienes más han sufrido las afecciones por las obras: tráfico, ruido, suciedad... “Pero por fin podemos entrar. La espera ha merecido la pena. Lo de antes era casi tercermundista, no era digno para una ciudad como esta”, coinciden.

Curiosos por la nueva estación hay procedentes incluso de Eibar. “Hemos venido a pasar el día y de casualidad nos hemos encontrado con esto, así que hemos aprovechado. Hemos tenido buena suerte”, dicen Valeria García y Arrate Cófreces. Estas vecinas de la localidad guipuzcoana aprecian la amplitud de la terminal y hasta dan la razón a cualquier bilbaíno: “¡Es más bonita que la de San Sebastián!”. — Curiosos por la nueva estación hay procedentes incluso de Eibar. “Hemos venido a pasar el día y de casualidad nos hemos encontrado con esto, así que hemos aprovechado. Hemos tenido buena suerte”, dicen Valeria García y Arrate Cófreces. Estas vecinas de la localidad guipuzcoana aprecian la amplitud de la terminal y hasta dan la razón a cualquier bilbaíno: “¡Es más bonita que la de San Sebastián!”.
MAIKA SALGUERO

Curiosos por la nueva estación hay procedentes incluso de Eibar. “Hemos venido a pasar el día y de casualidad nos hemos encontrado con esto, así que hemos aprovechado. Hemos tenido buena suerte”, dicen Valeria García y Arrate Cófreces. Estas vecinas de la localidad guipuzcoana aprecian la amplitud de la terminal y hasta dan la razón a cualquier bilbaíno: “¡Es más bonita que la de San Sebastián!”.

Curiosos por la nueva estación hay procedentes incluso de Eibar. “Hemos venido a pasar el día y de casualidad nos hemos encontrado con esto, así que hemos aprovechado. Hemos tenido buena suerte”, dicen Valeria García y Arrate Cófreces. Estas vecinas de la localidad guipuzcoana aprecian la amplitud de la terminal y hasta dan la razón a cualquier bilbaíno: “¡Es más bonita que la de San Sebastián!”.

Emilia Andollo y Antonio Larriba, vecinos de Santutxu, intentan escaparse un poco del itinerario guiado para curiosear. “No nos dejan bajar a las dársenas”, se lamentan. En todo caso, se muestran sorprendidos por las dimensiones de la nueva estación y, sobre todo, por su funcionamiento, como si fuera un aeropuerto: “¡Parece que estamos en 'La Paloma'!”. — Emilia Andollo y Antonio Larriba, vecinos de Santutxu, intentan escaparse un poco del itinerario guiado para curiosear. “No nos dejan bajar a las dársenas”, se lamentan. En todo caso, se muestran sorprendidos por las dimensiones de la nueva estación y, sobre todo, por su funcionamiento, como si fuera un aeropuerto: “¡Parece que estamos en 'La Paloma'!”.
MAIKA SALGUERO

Emilia Andollo y Antonio Larriba, vecinos de Santutxu, intentan escaparse un poco del itinerario guiado para curiosear. “No nos dejan bajar a las dársenas”, se lamentan. En todo caso, se muestran sorprendidos por las dimensiones de la nueva estación y, sobre todo, por su funcionamiento, como si fuera un aeropuerto: “¡Parece que estamos en 'La Paloma'!”.

Emilia Andollo y Antonio Larriba, vecinos de Santutxu, intentan escaparse un poco del itinerario guiado para curiosear. “No nos dejan bajar a las dársenas”, se lamentan. En todo caso, se muestran sorprendidos por las dimensiones de la nueva estación y, sobre todo, por su funcionamiento, como si fuera un aeropuerto: “¡Parece que estamos en 'La Paloma'!”.

La jornada de puertas abiertas no solo supone la primera impresión para los viajeros, sino también para algunos trabajadores. Es el caso de Jessica López, Paula Aguirre y Patricia López, que estarán detrás de las ventanillas como taquilleras. “Hemos venido para saber como funciona toda la estación porque muchos pasajeros nos van a preguntar dudas más allá de los billetes”, cuentan. — La jornada de puertas abiertas no solo supone la primera impresión para los viajeros, sino también para algunos trabajadores. Es el caso de Jessica López, Paula Aguirre y Patricia López, que estarán detrás de las ventanillas como taquilleras. “Hemos venido para saber como funciona toda la estación porque muchos pasajeros nos van a preguntar dudas más allá de los billetes”, cuentan.
MAIKA SALGUERO

La jornada de puertas abiertas no solo supone la primera impresión para los viajeros, sino también para algunos trabajadores. Es el caso de Jessica López, Paula Aguirre y Patricia López, que estarán detrás de las ventanillas como taquilleras. “Hemos venido para saber como funciona toda la estación porque muchos pasajeros nos van a preguntar dudas más allá de los billetes”, cuentan.

La jornada de puertas abiertas no solo supone la primera impresión para los viajeros, sino también para algunos trabajadores. Es el caso de Jessica López, Paula Aguirre y Patricia López, que estarán detrás de las ventanillas como taquilleras. “Hemos venido para saber como funciona toda la estación porque muchos pasajeros nos van a preguntar dudas más allá de los billetes”, cuentan.

José Antonio se ha enterado de la jornada de puertas abiertas por la mañana y no ha dudado en llevar a su madre, Emilia, y a su sobrino, Carlos, a testar el nuevo edificio. “Ya era hora de que Bilbao tuviera una estación así. Solo nos falta el AVE y ya lo tendremos todo”, dice ella. Respecto al funcionamiento, aseguran que los tornos “mejorarán la seguridad, que en algunas estaciones de autobuses te encuentras cada cosa...”. — José Antonio se ha enterado de la jornada de puertas abiertas por la mañana y no ha dudado en llevar a su madre, Emilia, y a su sobrino, Carlos, a testar el nuevo edificio. “Ya era hora de que Bilbao tuviera una estación así. Solo nos falta el AVE y ya lo tendremos todo”, dice ella. Respecto al funcionamiento, aseguran que los tornos “mejorarán la seguridad, que en algunas estaciones de autobuses te encuentras cada cosa...”.
MAIKA SALGUERO

José Antonio se ha enterado de la jornada de puertas abiertas por la mañana y no ha dudado en llevar a su madre, Emilia, y a su sobrino, Carlos, a testar el nuevo edificio. “Ya era hora de que Bilbao tuviera una estación así. Solo nos falta el AVE y ya lo tendremos todo”, dice ella. Respecto al funcionamiento, aseguran que los tornos “mejorarán la seguridad, que en algunas estaciones de autobuses te encuentras cada cosa...”.

José Antonio se ha enterado de la jornada de puertas abiertas por la mañana y no ha dudado en llevar a su madre, Emilia, y a su sobrino, Carlos, a testar el nuevo edificio. “Ya era hora de que Bilbao tuviera una estación así. Solo nos falta el AVE y ya lo tendremos todo”, dice ella. Respecto al funcionamiento, aseguran que los tornos “mejorarán la seguridad, que en algunas estaciones de autobuses te encuentras cada cosa...”.

Desde Güeñes han llegado Félix Puente, su hija Marga y su nieta Alba para comprobar el funcionamiento de la terminal, que se abrirá definitivamente el viernes: “Está bien que lo abran antes para que la gente se vaya orientando”. Una de las cosas que más valoran es que se pueda ir del metro al autobús sin tener que salir de la estación: “Te puedes plantar en cualquier otra ciudad sin pisar la calle... ¡Y sin mojarte!”. — Desde Güeñes han llegado Félix Puente, su hija Marga y su nieta Alba para comprobar el funcionamiento de la terminal, que se abrirá definitivamente el viernes: “Está bien que lo abran antes para que la gente se vaya orientando”. Una de las cosas que más valoran es que se pueda ir del metro al autobús sin tener que salir de la estación: “Te puedes plantar en cualquier otra ciudad sin pisar la calle... ¡Y sin mojarte!”.
MAIKA SALGUERO

Desde Güeñes han llegado Félix Puente, su hija Marga y su nieta Alba para comprobar el funcionamiento de la terminal, que se abrirá definitivamente el viernes: “Está bien que lo abran antes para que la gente se vaya orientando”. Una de las cosas que más valoran es que se pueda ir del metro al autobús sin tener que salir de la estación: “Te puedes plantar en cualquier otra ciudad sin pisar la calle... ¡Y sin mojarte!”.

Desde Güeñes han llegado Félix Puente, su hija Marga y su nieta Alba para comprobar el funcionamiento de la terminal, que se abrirá definitivamente el viernes: “Está bien que lo abran antes para que la gente se vaya orientando”. Una de las cosas que más valoran es que se pueda ir del metro al autobús sin tener que salir de la estación: “Te puedes plantar en cualquier otra ciudad sin pisar la calle... ¡Y sin mojarte!”.

Josefa Santos y Manuel Boo, vecinos de Barakaldo, tal vez han sido los más críticos en su primera impresión. “Para la juventud está muy bien, pero para la gente mayor es un poco caótico”, dicen sobre el reforzamiento de la seguridad que supone la instalación de las canceladoras. En todo caso, se comprometen a acostumbrarse: “Será cuestión de tiempo”. — Josefa Santos y Manuel Boo, vecinos de Barakaldo, tal vez han sido los más críticos en su primera impresión. “Para la juventud está muy bien, pero para la gente mayor es un poco caótico”, dicen sobre el reforzamiento de la seguridad que supone la instalación de las canceladoras. En todo caso, se comprometen a acostumbrarse: “Será cuestión de tiempo”.
MAIKA SALGUERO

Josefa Santos y Manuel Boo, vecinos de Barakaldo, tal vez han sido los más críticos en su primera impresión. “Para la juventud está muy bien, pero para la gente mayor es un poco caótico”, dicen sobre el reforzamiento de la seguridad que supone la instalación de las canceladoras. En todo caso, se comprometen a acostumbrarse: “Será cuestión de tiempo”.

Josefa Santos y Manuel Boo, vecinos de Barakaldo, tal vez han sido los más críticos en su primera impresión. “Para la juventud está muy bien, pero para la gente mayor es un poco caótico”, dicen sobre el reforzamiento de la seguridad que supone la instalación de las canceladoras. En todo caso, se comprometen a acostumbrarse: “Será cuestión de tiempo”.

A Txema Sandoval no le ha causado una gran impresión la entrada a la terminal: “Me ha parecido un poco oscura”. Pero según avanza por los pasillos, la cosa va mejorando: “Está espectacular”. Para Montserrat Pérez, “los cambios no gustan a nadie, pero seguro que a largo plazo nos viene genial”. — A Txema Sandoval no le ha causado una gran impresión la entrada a la terminal: “Me ha parecido un poco oscura”. Pero según avanza por los pasillos, la cosa va mejorando: “Está espectacular”. Para Montserrat Pérez, “los cambios no gustan a nadie, pero seguro que a largo plazo nos viene genial”.
MAIKA SALGUERO

A Txema Sandoval no le ha causado una gran impresión la entrada a la terminal: “Me ha parecido un poco oscura”. Pero según avanza por los pasillos, la cosa va mejorando: “Está espectacular”. Para Montserrat Pérez, “los cambios no gustan a nadie, pero seguro que a largo plazo nos viene genial”.

A Txema Sandoval no le ha causado una gran impresión la entrada a la terminal: “Me ha parecido un poco oscura”. Pero según avanza por los pasillos, la cosa va mejorando: “Está espectacular”. Para Montserrat Pérez, “los cambios no gustan a nadie, pero seguro que a largo plazo nos viene genial”.

Deida Salazar y su hijo José David, originarios de Colombia y vecinos del centro de Bilbao, siguen a la guía con gran atención e incluso le hacen varias preguntas para no quedarse con duda alguna. “Me está pareciendo más práctica que la anterior. Tal vez sea un cambio brusco en comparación con la de antes, pero hay que amoldarse”, dice la madre. — Deida Salazar y su hijo José David, originarios de Colombia y vecinos del centro de Bilbao, siguen a la guía con gran atención e incluso le hacen varias preguntas para no quedarse con duda alguna. “Me está pareciendo más práctica que la anterior. Tal vez sea un cambio brusco en comparación con la de antes, pero hay que amoldarse”, dice la madre.
MAIKA SALGUERO

Deida Salazar y su hijo José David, originarios de Colombia y vecinos del centro de Bilbao, siguen a la guía con gran atención e incluso le hacen varias preguntas para no quedarse con duda alguna. “Me está pareciendo más práctica que la anterior. Tal vez sea un cambio brusco en comparación con la de antes, pero hay que amoldarse”, dice la madre.

Deida Salazar y su hijo José David, originarios de Colombia y vecinos del centro de Bilbao, siguen a la guía con gran atención e incluso le hacen varias preguntas para no quedarse con duda alguna. “Me está pareciendo más práctica que la anterior. Tal vez sea un cambio brusco en comparación con la de antes, pero hay que amoldarse”, dice la madre.

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