Uber paraliza por ahora la búsqueda de conductores en Bilbao

Al anuncio publicado en un portal especializado de empleo respondieron más de 600 candidatos en sólo seis días. El aviso fue retirado a finales de la semana pasada. «Nuestra plataforma y sus 'partners' seguimos adelante con los planes para ofrecer en el futuro nuestros servicios en Bilbao. Este proceso se ha detenido porque se había lanzado un poco antes de lo que estaba previsto. No hay ninguna otra razón por detrás», argumentó la misma fuente.

La noticia del inicio de trámites para encontrar a 200 chóferes desencadenó hace diez días una fuerte polémica. Las principales asociaciones de taxistas se movilizaron. Mantuvieron contactos con responsables municipales y forales para analizar el nuevo escenario que está a punto de abrirse en la ciudad. Y el Ayuntamiento de Bilbao advirtió de que Uber lo va a tener «difícil» por la nueva regulación aprobada por la institución local. El concejal de Movilidad y Desarrollo Sostenible, Alfonso Gil, señaló que las licencias con vehículos de alquiler con conductor (VTC) no tendrán cabida en la ciudad si pretenden hacer un servicio de punto a punto. Gil manifestó que sólo podrían implantarse si optan por los recorridos interurbanos, al tiempo que añadió que no tendrán permiso para recoger clientes por la calle ni dispondrán de una parada. «Defenderemos al taxi con uñas y dientes si alguien pretende venir y ocupar su espacio», dijo.

Estas declaraciones del concejal socialista tuvieron ayer la réplica por parte del presidente de la patronal Unauto, que auna al 90% de las licencias VTC de España, así como a los gigantes tecnológicos Uber y Cabify. «El Ayuntamiento de Bilbao no puede imponer restricciones a este tipo de vehículos, más allá de las obligatorias por razones del tráfico o la ordenanza de Medio Ambiente, como al resto de automóviles», apuntó Eduardo Martín. «El Consistorio –prosiguió– no tiene competencias para regular este tipo de transporte, que se rige por normativas de rango superior a las municipales».

El presidente de Unauto dijo, con rotundidad, que «claro que una VTC puede recoger a un cliente en San Mamés y dejarle en el Guggenheim, por ejemplo». Martín, que se mostró dispuesto a reunirse con el alcalde, Juan María Aburto, apuntó que este tipo de automóviles «no pueden estar en una parada ni contratar a mano alzada, pero sí están capacitados para hacer desplazamientos totalmente urbanos, como pasa en ciudades como Madrid o Barcelona».