«Los turistas suponen a día de hoy unas miguitas en nuestra facturación»

- ¿Tiene futuro el comercio del Casco Viejo?

- ¡Por supuesto! Va a ser muy difícil que muera. Siempre hay gente creativa y jóvenes con ilusiones y ganas de emprender. El comercio local va a estar siempre aquí. Además...

- ¿Qué?

- Que tanto el Ayuntamiento como las instituciones ayudan mucho a esta gente para que lo promuevan.

- Cuarta generación de Óptica Jesús, se las sabrá todas.

- ¡Uy, sí, sí! Ja, ja. También hemos cometido errores. Bueno, errores o aprendizajes. Tuvimos otro comercio en Las Arenas. Y, por la crisis o porque no lo supimos hacer bien, no funcionó y se tuvo que cerrar.

- ¿Cuáles son las mejores bazas para salir adelante?

- Hay que estudiar muy mucho lo que quieres y cómo lo quieres.

- ¿Venden más 'online' o el mostrador sigue mandado?

- ¡'Offline'! Trabajamos prácticamente todo, pero nuestro secreto es el trato personalizado.

- ¡El de siempre!

- El trato constante y continuo con el cliente, poder hablar con él y saber su vida y él la nuestra... Eso es lo que se valora de Óptica Jesús.

- ¿El turista es el nuevo maná?

- No. Los turistas suponen, a día de hoy, unas miguitas en la facturación. Todavía no tenemos esa gran cantidad de turistas, como se dice.

- Correo y Bidebarrieta parecen algunos días a ciertas horas las ramblas de Barcelona.

- Ja, ja. Nuestro casco es chiquitín y, a poco que haya, parece que hay mucho. Pero es cierto que cuando uno va a cualquier ciudad, ¿dónde acaba? ¡Pues en el centro histórico! Todo turista que viene a Bilbao va a pasar por el Casco Viejo sí o sí.

- ¿Cómo no le sacan más tajada?

- Ayuda, pero el grueso de la facturación sigue siendo el cliente local en un 80%. Pero mire, yo ahí me pongo en la posición del turista.

- ¿Qué quiere decir?

- En mi caso, la gafa de sol sí me la puede comprar por impulso, pero si hablamos de graduadas, yo recomendaría que se las haga cerca de su casa.

- Ya.

- En mi caso, ¿eh? Si hablamos de moda, calzado o lo que sea, tienes que tener algo atractivo y diferente para atraerles con algo que no tengan en los lugares de donde vienen.

- ¿La diferenciación es la clave?

- Por supuesto. Hay que especializarse. Es clave para competir con las grandes superficies y cadenas del centro. Al final, yo me voy a cualquier otra ciudad y tengo Zara, H&M y todas esas grandes cadenas, pero no entro. Suelo ir bastante a París y voy a las tienditas pequeñitas del centro. Allí encuentro lo singular.

- ¿No echa en falta la presencia de las grandes enseñas?

- Sí, eso es cierto.

- Tendrían más fuerza.

- Sería interesante tener grandes marcas, pero los inmuebles que ofrece el Casco no tienen las dimensiones que pueden interesarles.

- ¿Les afectó la marcha de Zara?

- La verdad que no. Al final, la gente que llega aquí viene al pequeño comercio a ver o comprar productos que no dan las grandes cadenas. Zara sí atrae a mucha gente joven. Y tenemos miedo de perder a ese público. Es interesante atraer a la gente joven, que también va creciendo.

- Y consumiendo cada vez más.

- Por eso hay que generar ese hábito de que la gente elija el Casco no solo para tomar el pintxo, sino también como destino de compras.

- Óptica Jesús está a punto de cumplir 70 años. ¿Cuál es la clave del éxito para aguantar tanto tiempo?

- Adaptarnos al medio y al cliente. No te puedes quedar estancado y pensar 'es que ante se hacía', 'es que antes'... ¡Ahora no es antes! Hay que adecuarse a los tiempos con distintos medios y la tecnología.

- ¿Solo así se consigue levantar la persiana cada día?

- En Óptica Jesús se cree que tenemos soluciones para todo. Un día nos vino una señora con una radio estropeada. 'Mi vecina me ha dicho que venga aquí, que lo arregláis todo'. '¡Sí, pero de la vista!', le dijimos. La gente confía y así es como te haces una clientela fiel que te responde. Por eso llevamos tantos años.