El turismo de Bizkaia mantiene un año de récord pese a la caída de un 2,6% en julio

La evolución es similar en toda Euskadi, con un julio que muestra unas pernoctaciones al alza (llegaron a crecer un 1,8% durante el último año) para compensar la misma pérdida en las entradas de visitantes (justo un 1,8% menos). Más allá del dato mensual, en los primeros siete meses el saldo sigue siendo positivo. Los 2,12 millones de turistas que han elegido el País Vasco entre enero y julio representan un incremento del 3,41%, una realidad que sigue en aumento pero que refleja una clara pérdida de velocidad en el sector al compararlo con el salto vivido durante el pasado año. Entonces el incremento fue de dos cifras: se consiguieron un 13,46% de viajeros más respecto a 2022, logrando así finalmente cruzar la barrera de los dos millones de visitantes.

El frenazo a la hora de captar viajeros se acentúa todavía más en Bizkaia, donde el turismo parece dar señales de haber alcanzado su umbral. En lo que va de año ha crecido un 1% -se han conseguido 933.360 visitantes- frente al 14,5% que llegó a ganar hace un año, superados ya los principales coletazos de la pandemia.

Bizkaia consigue, eso sí, mantener el volumen de negocio repartido a lo largo del calendario, con un flujo de visitantes que se mantiene desde la Semana Santa, caída este año en marzo, hasta la época estival. El dato sólo flojea en los dos primeros meses del año. Se trata de una dinámica de desestacionalidad que también se aplica al resto del País Vasco, y que se ve alimentado por un perfil de visitante de feria (este año se celebró la Bienal de la Máquina-Herramienta) y que encuentra su principal interés alejado de los climas cálidos.

La caída del turismo del pasado mes parece proceder más del visitante nacional que del extranjero, que creció ligeramente e incluso alargó sus estancias. Estos últimos rozaron las 94.000 entradas en Bizkaia -superaron las 214.000 en toda Euskadi, con Francia como principal lugar de origen seguido de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, y una estancia media de cuatro días-, mientras que los del resto del país cayeron un 6,6% y no alcanzaron los 80.000 en Bizkaia. Es una caída muy similar en porcentaje a la que se produjo en todo el País Vasco, donde aterrizaron un total de 172.772 visitantes españoles con una pernoctación media que ni siquiera alcanza una noche.

Aunque crece la estancia media, es decir el número de días que los viajeros permanecen en cada alojamiento, los datos de establecimientos hoteleros difundidos ayer por el Esutat, que excluyen a los de carácter rural, recogen una ocupación en julio de ocho de cada diez habitaciones disponibles en toda Euskadi -un 78,3% en el caso de Bizkaia-, lo que marca un ligero descenso respecto al año pasado.

En el caso de Bilbao, donde las entradas de visitantes cayeron un 3% y las pernoctaciones también se redujeron casi hasta un punto al buscar los turistas otras localidades para alojarse, la ocupación de los hoteles superó la media de Bizkaia -llegó al 82,4%- y mantuvo una ocupación de las plazas que alcanzó el 73%.