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La avería del pasado fin de semana en la red primaria de abastecimiento del Gran Bilbao afectó a una de las dos grandes arterias de las que dispone el Consorcio de Aguas. El reventón en Erandio amenazó el suministro a toda la Margen Derecha. Al ... percatarse del incidente, el Consorcio procedió a aplicar una solución de urgencia que ya tenía contemplada. Es lo que se conoce como sistema de doble garantía. El organismo cerró válvulas en el entorno del lugar del percance y procedió a bombear agua desde el otro lado de la ría. «Es un procedimiento bastante habitual en estos casos», explica un experto bien conocedor de este tipo de situaciones. «Lo primero es limitar la fuga para evitar más daños y, después, hay que tratar de llegar a los hogares a través de otros caminos de la red».
En este caso, la solución adoptada fue utilizar dos tuberías de gran capacidad que unen ambas márgenes. Una se abre camino por debajo del propio cauce fluvial, a la altura del Puente Colgante. La otra pasa por encima de la lámina de agua, camuflada bajo el tablero del Puente Rontegi. Pero, ¿por qué el agua salió turbia, siendo no apta para el consumo? «Fue provocado por el sedimento de las propias tuberías. Al entrar agua de otras tuberías y a más velocidad, en puntos donde habitualmente no se hace, se levanta el sedimento y es lo que provoca la turbidez», explica Pedro Barreiro, director del Consorcio. «La tubidez se desplaza de manera caprichosa, sin control, por las tuberías», añade. Barreiro afirma que un equipo de 30 personas controló la calidad del agua.
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