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terry basterra
Martes, 11 de febrero 2020, 01:16
Entre 9 y 13 metros de altura. Lo equivalente a un edificio de cuatro plantas. Esa es la altura que tendrán los dos túneles que conectarán Sestao con Leioa y darán una alternativa a Rontegi. Su anchura oscilará entre 12 y 14 metros. Cada vez ... se conocen más datos sobre la que es una de las infraestructuras más ambiciosas que se marca la Diputación de Bizkaia para este primer tercio de siglo. Las dimensiones previstas no son una casualidad. El subfluvial se construirá con las «máximas» que permite la técnica para dar cabida a las dos alturas que tendrá cada paso. Por una transitarán turismos y camiones. Por la otra, una línea de transporte público que aún está por definir. «Se están barajando opciones ferroviarias y no ferroviarias. El sistema que se implante debe atender tanto a capacidades como a frecuencias», apuntó ayer Imanol Pradales, diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial en una comparecencia en las Juntas.
Definir la opción más favorable es una de las cuestiones que deberá resolver el proyecto de obra. Con un presupuesto de 10,5 millones, la previsión es que se adjudique «en la primera quincena de mayo». A partir de ahí comenzarán a contar los 33 meses de plazo que la ingeniería adjudicataria tendrá para dejar listo el documento técnico. La siguiente fecha marcada en el calendario será 2023. Ese año está previsto que arranquen unas obras que se alargarán durante cuatro ejercicios. Si no hay retrasos, los vehículos estarán circulando por el subfluvial a comienzos de 2028.
El proyecto definirá también la mejor técnica para perforar la tierra de las tres posibles: el método austriaco, con tuneladoras o por medio de cajones. De la decisión que se adopte dependerá también el presupuesto final de la obra. Oscilará entre los 337 y los 403 millones de euros. También detallará la solución que se dará a los enlaces de Ballonti y Artaza para acceder y salir de estos dos pasos subterráneos, uno por sentido, que se hundirán hasta los 40 metros de profundidad para discurrir en la mayor parte de su totalidad por suelo rocoso, el de mayor firmeza. Se busca no congestionar más estas rotondas. Por eso, en la conexión de la Margen Izquierda se optará por un paso elevado; en el de la Derecha, por uno subterráneo que dirija el tráfico según las direcciones (Getxo, Leioa, Uribe Kosta...). La previsión es que el subfluvial absorba 51.000 de los 160.000 vehículos que cruzan al día el puente de Rontegi.
Desde Podemos afearon al diputado que con esta gran obra se siga apostando por el transporte privado en lugar de «por el público para vaciar las carreteras de coches». En similares términos se pronunció Bildu. «Es un proyecto caro y no es sostenible. Prioriza el vehículo particular. Hay alternativas más económicas y efectivas», espetaron los soberanistas. Por su parte, el PP se mostró preocupado por la solución que se adopte en Artaza «porque aquello está ya muy apretado».
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