Trucíos devuelve el ánimo a la afición taurina con una novillada

La cita, organizada por el Excelentísimo Club Taurino de Bilbao y la Federación de Peñas de Bizkaia, supone el regreso de la tauromaquia y un soplo de ánimo para una afición ávida de festejos. La novillada se desarrollará con motivo del 500 aniversario de la iglesia de San Pedro de Romaña, según explicó ayer a este periódico el alcalde, José Manuel Coterón.

Con capacidad para 900 espectadores, el coso situado junto a este templo es el principal de los cuatro existentes en Trucíos, el municipio de la «península» con mayor número de plazas, presume Coterón. Las otras tres se encuentran situadas en los barrios de San Roque, Cueto y Gordón. Todas se levantaron junto a ermitas y presentan «un perfecto estado» de conservación. «Están muy cuidadas y arregladitas. Están para enseñar», destaca el alcalde, emocionado por volver a traer toros a su pueblo.

«Sé que hay opiniones encontradas acerca de los toros y que entre los jóvenes quizás no tengan tanta aceptación, pero el éxito está asegurado», garantiza. Solo con la respuesta de los vecinos, el Ayuntamiento confía en vender más de 200 entradas, ya que «aquí hay mucha afición. Llevamos año y medio de pandemia y la gente mayor está como loca por salir de casa e ir a la plaza. Les encantan los toros», explica el mandatario del PNV.

Sin ánimo de entrar en polémicas de «ningún tipo», Coterón asegura que en Trucíos «ha habido toros toda la vida» y que el vecindario está «muy ilusionado». «No nos podemos olvidar de dónde venimos, somos lo que somos y, pese a tener los medios que tenemos, hay que hacer algo para que la fiesta continúe. Si sale buen día, puede resultar una jornada sensacional», augura. El alcalde cree que «a poco que acompañe la suerte» se llenará «todo el aforo», ya que la novillada arrastrará a muchos aficionados de Bilbao y de otros puntos de Bizkaia.

El festejo de Trucíos contrasta, en cambio, con la suerte, en este caso de signo bien distinto, de Vista Alegre. Pese al fin de la Emergencia Sanitaria, que permitiría cubrir la totalidad del aforo -más de 14.000 espectadores-, la plaza bilbaína ha descartado de forma casi definitiva la programación de cualquier cartel a lo largo de este año y ha decidido posponerlo a 2022.

Entre las razones que explican esta medida figuran que muchos toreros se encuentran ya de vacaciones o a punto de preparar las maletas para hacer la temporada en México, Perú y Colombia. Otro de los aspectos que habría llevado a la familia Chopera a desechar la posibilidad de organizar alguna corrida sería la «inestable» meteorología. Así que la afición podrá mantener la «llama» taurina con la novillada de Trucíos, recuerda Juan Manuel Delgado, presidente del Club Taurino.