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La manifestación recorre las calles de Bilbao. B. Agudo | L. A. Gómez | M. Cecilio

Tres horas de manifestación desde San Mamés hasta la Plaza Euskadi: «Esto es el recochineo padre»

El lento ritmo de la marcha de los trabajadores del metal enerva a conductores y peatones en el centro de Bilbao

ERLANTZ GUDE y XABIER GARMENDIA

Miércoles, 2 de octubre 2019, 11:10

Trabajadores del sector del metal vizcaíno se manifiestan este miércoles por las calles de Bilbao desde las 8.00 horas, escoltados por patrullas de la Policía Municipal y furgonetas antidisturbios de la Ertzaintza. La marcha ha comenzado en la desembocadura de los túneles de San ... Mamés, junto a EITB, rumbo hacia la sede de la patronal, en la Plaza Euskadi. Los siderúrgicos, convocados por los sindicatos, han avanzado a un paso muy lento para provocar «el mayor impacto posible» en la circulación. Para hacerse una idea, han tardado una hora en desplazarse hasta Sabino Arana, un tramo de poco más de 300 metros, y otra hora más para llegar al Sagrado Corazón. Al filo de las 11.00 horas, han irrumpido en el entorno de la Torre Iberdola para protestar frente a la sede de FVEM, completamente acordonada. La patronal cifra el seguimiento de la huelga en un 20%.

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El flemático ritmo está causando un gran malestar entre algunos vecinos bilbaínos. Juan Caballero, residente en la calle Luis Briñas, criticaba que ni siquiera puede salir de su garaje: «Son muy pocos y cortan todo el tráfico. Si no es por esto, es por el fútbol y si no, por la Vuelta. Siempre igual». En la vía paralela a la principal de Sabino Arana, la hilera de vehículos ha sido tal que al final los conductores se han organizado para salir del tapón marcha atrás. Francisco Baena, un taxista, ha logrado que la clienta que transportaba no se bajara del coche: «No le voy a cobrar este tiempo y eso es un agravio para mí». Por su parte, Manuel Gómez, procedente de Logroño, se lamentaba de que su jornada laboral vaya a prolongarse más de lo esperado: «Tengo reuniones aquí y luego tengo que ir a Urduliz y Sondika. A saber a qué hora acabo...».

Durante el recorrido, los siderúrgicos han gritado proclamas –llevan una pancarta en la que se lee 'Hitzarmen duin baten alde' ('Por un acuerdo digno')– y han lanzado petardos que han molestado a varios peatones. María Luisa Rodillo, una vecina de Deusto que paseaba con su perro por la Gran Vía, se mostraba muy preocupada por el animal: «Le tengo atacado de los nervios por el ruido de los petardos. Lo mismo que ellos tienen derecho a manifestarse, yo también lo tengo a que mi mascota esté bien. Esto es el recochineo padre». A su lado, Alfonso Fernández, residente de Abando, también se dolía del ruido: «Tengo a un familiar enfermo en casa y te da un vuelco al corazón cada vez que tiran un petardo».

En una primera valoración de la convocatoria, y a falta de datos concretos, Mikel Etxebarria, responsable de Industria de ELA, se ha mostrado satisfecho con la respuesta. «Se ve que estamos movilizados. A día de hoy es nuestra principal herramienta para modificar la nula voluntad negociadora de FVEM», ha comentado en declaraciones a este periódico en plena marcha. El líder sindical ha lamentado, asimismo, la postura del lehendakari, Iñigo Urkullu, quien ayer valoró que la patronal haya hecho «todo lo posible» por el acuerdo: «Ha comprado un discurso falso. Es lamentable».

José María Rojo, representante de UGT, insiste en la necesidad de «visibilizar» el conflicto laboral y «maximizar» el impacto en la capital vizcaína. Por su parte, Yari Blasco, responsable de la comarca de Bilbao en CC OO, manifiesta el «malestar» que ha causado la nota informativa de la Diputación para avisar de las serias afecciones que provocaría la convocatoria en el tráfico: «Nos perjudica. Quieren que cause aún más malestar». José Mari Palazuelo, de ese mismo sindicato, se congratula aun así de que la respuesta haya sido «masiva».

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