Tres días atrapados por la nieve en Múnich: «Solo quiero llegar a Bilbao de una santa vez»

Al igual que el joven madrileño, Kilian Muro también espera escapar de Múnich esta tarde. No lo hará a través del aeródromo Franz Josef Strauss, sino que se desplazará en coche hasta Fráncfort (350 kilómetros), donde espera embarcar hacia 'La Paloma' a las 20.45 horas. El caso de este hombre de 52 años, empresario afincado en Pamplona, es muy diferente al de Andrés. Al menos, se ha tomado la amarga espera con paciencia y ha aprovechado estos casi tres días «para hacer turismo y ver a la familia». Porque Kilian viaja con su madre, que es alemana. Ella se llama Elfriede Trubswetter. «Aunque le gusta que le llamen Elfi». Tienen allegados en la localidad de Ingolstadt (a 78 kilómetros de Múnich).

Kilian y Elfie decidieron no ir al aeropuerto cuando se enteraron del cierre del aeródromo, donde se han cancelado más de un millar de vuelos en los últimos tres días. Y todavía este lunes seguían saliendo con cuentagotas. «No tenía sentido por lo que nos íbamos a encontrar allí», cuenta el vecino de Pamplona. Ambos se ahorraron el trago que Andrés sí pasó. «Estuve sentado en un banco durante horas. No nos dieron nada de comer y las máquinas de vending estaban agotadas. Nos decían que no podían recolocarnos y el personal de Lufthansa estaba desbordado».

Kilian consiguió un pasaje para Bilbao para este lunes por teléfono, aunque reconoce que le resultó difícil contactar con la compañía. Pero en cuanto logró una posible solución, se lanzó a aprovechar el tiempo con su madre. «Aunque ha nevado de una manera excepcional, aquí la gente está muy preparada, las carreteras están limpias en muchos casos y la mayoría de los automóviles tienen neumáticos de invierno».

Los problemas en Múnich comenzaron el viernes. Ya hubo entonces tres vuelos suspendidos entre Loiu y la ciudad bávara. Uno de ellos permaneció cuatro horas en plataforma, con el pasaje dentro. Finalmente les mandaron desalojar el avión ante la imposibilidad de volar, con el agravante de que muchos viajeros no pudieron recuperar la maleta que estaba en bodega. «He tenido que comprarme de todo», cuenta una de las personas que se vio atrapada en este vuelo. La mujer, residente en Bilbao y que se había desplazado a Alemania por motivos laborales, esperaba haber salido hoy de la ratonera de Múnich, pero su enlace también se ha anulado. «Tras muchas llamadas, he conseguido ahora un nuevo billete para mañana martes».

En el aeropuerto de Múnich se están viviendo escenas dantescas. Los pasajeros de un vuelo a Chicago denunciaron ayer haber pasado 9 horas dentro del avión, a la espera de un despegue que tampoco se produjo. Nadie les sacó del aparato por la falta de personal y de pasarelas de bajada).

Desde el pasado viernes se han anulado 25 vuelos por culpa de la nieve entre Loiu y Ámsterdam, Fráncfort y, sobre todo, Múnich, con más de 4.000 afectados. Y por fin este mediodía, con cuatro horas de retraso, ha aterrizado en Loiu el primer vuelo desde el viernes procedente de la ciudad alemana.