Fin de trayecto para la estación de Atxuri el próximo 8 de septiembre

El año pasado, un total de 352.000 personas utilizaron la estación de Atxuri y Bolueta, que también bajará la persiana, aunque la repercusión de esta clausura está teniendo un eco muy inferior al de la estación construida a principios del siglo pasado. ¿Qué ganan y qué pierden estos pasajeros? En primer lugar hay que decir que la frecuencia de los trenes no se va a modificar. Tampoco los horarios cambiarán. Si acaso, matizan desde la compañía pública, podría haber algún pequeño ajuste. Entrar a Bilbao a través de la Línea 3 va a facilitar a los viajeros el enlace con el mallado del metro. En el intercambiador del Casco Viejo (cuyo nombre oficial es Zazpikaleak), los pasajeros procedentes de Gernika, Bermeo, Amorebieta y el resto de pueblos de la línea de Urdaibai podrán conectar con las líneas 1 y 2, así como con el trazado que conduce al Txorierri. Y, al contrario, aquellas personas que tenían que coger otros medios de transporte o el propio metro para conectar con Euskotren, podrán hacerlo también en este punto de una manera más cómoda y directa que recurrir a Bolueta, como sucedía hasta ahora.

Además, se abren nuevas posibilidades. Es cierto que se cierran dos estaciones en Bilbao (Atxuri y Bolueta), pero se ofrecen seis nuevas (Otxarkoaga, Txurdinaga, Zurbaranbarri, la citada del Casco Viejo, Uribarri y Matiko). En el lado negativo de la balanza está un ligero aumento en los tiempos de viaje. Desembarcar en Atxuri ahorra unos 3 minutos a los viajeros. Sólo hay una parada de por medio desde Kukullaga, en lugar de las tres que habrá ahora. Además, se pierde la conexión más o menos directa con el tranvía.

¿Qué sucederá con la estación? Aunque se ha especulado mucho en los últimos meses y el Ayuntamiento ha escuchado activamente a los vecinos que impulsaron una plataforma en favor del uso público del edificio, la realidad es que el inmueble es intocable para el Gobierno vasco. En su interior trabajan cerca de 160 personas de Euskal Trenbide Sarea (ETS) -la sociedad que gestiona la construcción del metro y parte del TAV- y de Euskotren, que tiene aquí su sede más importante (administración, seguridad, compras...).

Por si esto fuera poco, hay dos puestos de mando en activo. Se trata de dos infraestructuras críticas que no se pueden desmontar de la noche a la mañana y cuyo coste es considerable (el nuevo centro de control del metro que se pretende abrir en Basauri, por ejemplo, costará 4,5 millones). Los dos 'cerebros' que hay en Atxuri vigilan la red de Euskotren y la del tranvía. El Gobierno vasco tiene previsto ampliarlos.

Además, hay más obras en proyecto. En palabras de un portavoz, «no hay ninguna intención» de darle un uso distinto al actual. Además, advierten las mismas fuentes, a finales de año empezarán los trabajos para aprovechar el trazado a Bolueta y ampliar hasta allí el tranvía.