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JORDI ALEMANY

La trascendencia ecológica de los pequeños gestos

Dos proyectos del Gran Hotel Bilbao y la marca de ropa Rio Brand se alzan con los premios Hau da Green a la mejor iniciativa sostenible

Martes, 3 de marzo 2020

La lucha contra el cambio climático precisa de grandes medidas para reducir drásticamente la emisión de carbono a la atmósfera, pero también de muchas pequeñas acciones promovidas por grupos reducidos e incluso a nivel individual. Todos podemos poner nuestro granito de arena para salvar el planeta. Y eso, con la debida modestia que implica fomentar conductas sostenibles desde lo más local o regional, es a lo que aspira Hau da Green, la iniciativa a nivel de Euskadi organizada por El CORREO y Ecovidrio con el patrocinio del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Vitoria y Reale. Más de 40 proyectos se han presentado a su último reto de cara a construir un entorno más verde y respetuoso con el medio ambiente. Y los del Gran Hotel Bilbao y de la marca vizcaína de ropa RioBrand se han llevado los mayores reconocimientos –y 1.000 euros para cada uno–, en la entrega de premios celebrada este martes en el Azkuna Zentroa, donde también han destacado el esfuerzo y la creatividad de los centros escolares a la hora de desarrollar ideas ecológicas desde las propias aulas. Jesús Losada, director general de Ihobe, Pedro Alberca, director territorial de Seguros Reale, Carlos del Corte, gerente de Ecovidrio, y Carmen Manrique, directora de negocio de EL CORREO, hicieron entrega de los galardones a los seleccionados.

Raúl Amestoy, subdirector del complejo hotelero, ha agradecido la concesión de un premio que «nos hace mucha ilusión porque nos indica que estamos en el buen camino». Y ha recordado como surgió la iniciativa tras constatar con asombro como su actividad diaria generaba cada año más de 50.000 envases de plástico solo en el comedor, o 18.000 pajitas y 76.000 botellas de agua de plástico. Eso sin contar las miles de bolsas, envases de champú y de jabón que acababan en la basura. Así que empezaron a utilizar botellas de cristal y envases de papel reciclable y el año pasado ya lograron ahorrar 5,7 toneladas de plástico de un solo uso. «Sabemos que nuestra aportación es solo un granito de arena, pero en el mundo hay miles de hoteles y, si todos hiciéramos los mismo...», ha remarcado Amestoy.

En el caso de RioBrand, María García y Denis Ortega han incidido en la importancia de que la industria textil también se conciencie en el «coste medioambiental que supone la fabricación de ropa». La marca apuesta por el empleo de material orgánico, residuos plásticos y de vidrio para elaborar sus prendas, que «no sólo son ecológicas, sino biodegradables» y que ya se comercializan en el Reino Unido.

En el plano escolar, la decisión para elegir el mejor proyecto ha estado tan reñida que al final se ha producido un empate. Por un lado, Hau da Green ha destacado el trabajo de la ikastola Iraurgi de Azpeitia, 'Gu geu plastikorik gabe'. Los alumnos Ane Arregi, Leire Larrañaga y Aner Alonso han recogido el galardón –que incluye un cheque de 500 euros para el centro–, y han explicado cómo nació su proyecto. Tras hacer una encuesta entre las familias sobre el consumo de plásticos, y pedir que trajeran al centro todo lo que generaban en una semana, vieron necesario hacer algo. «Juntamos una montaña en el patio», ha reconocido Aner. Así que se pusieron manos a la obra y presentaron un compromiso a la dirección del centro para sustituir por papel sus envases de plástico y aluminio. Incluso han diseñado su propio kit especial para llevar las meriendas.

Decorar paredes del instituto

Por otro lado, la organización ha querido premiar también el trabajo del instituto Egibide de Vitoria, el otro centro galardonado gracias a su proyecto 'ConcienciArte'. Según ha explicado el profesor responsable de la iniciativa, Andoni Martínez de Madina, el arte es una herramienta fenomenal para «agitar conciencias» y la prueba del poder que tienen los pequeños gestos «para propiciar grandes cambios». Por eso desde principios de curso los alumnos de primero de la ESO decoran las paredes del instituto con collages y mensajes que alertan sobre la emergencia climática a la que se enfrenta el planeta. Y se han conjurado para ahorrar energía tanto en el centro como en sus propias casas, han puesto en marcha un huerto ecológico, su propio sistema de medición d ela contaminación del aire e incluso una «compostera» para aprender como la propia naturaleza se encarga de reciclar.

Especial mención, y una bicicleta eléctrica de regalo, ha recibido también el espectáculo musical 'Reziklantes' de la compañía vitoriana Turukutupa. Según ha explicado su responsable Víctor García de la Torre acompañado por su hija Lluna, realizan conciertos pedagógicos, sobre todo en colegios, con instrumentos creados a partir de productos reciclados . «Ruedas, cazuelas, tubos, de todo». Y en cada actuación muestran a los jóvenes las posibilidades creativas de los residuos, concienciando además en el reciclaje para su reutilización. Porque han asegurado que con lo que reciclan son capaces de hacer de todo, desde baterías a instrumentos de cuerda o de viento. «Hace 12 años que pusimos en marcha el proyectos y no dejamos de sorprender a niños y a mayores, que ven que hay otra alternativa al consumismo: reutilizar y reciclar», ha subrayado.

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