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El secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, confirmó ayer que el TAV echará a andar en Euskadi, en torno al año 2027, sin conexión de alta velocidad con Madrid debido al retraso que acumula el tramo Vitoria-Burgos. La situación, desvelada por EL ... CORREO en su edición del pasado domingo, convertirá a la 'Y' vasca en una isla. Sin los enlaces adecuados con Francia y la meseta, el nuevo servicio solo podrá ser utilizado para conectar Bilbao, Vitoria y San Sebastián.
Durante una visita a Irún, localidad de la que ha sido alcalde durante 21 años, Santano reconoció que aunque la conexión con Madrid estará muy avanzada «sin duda» no estará lista «cuando entre en funcionamiento» el TAV. Aún así, el 'número dos' del ministerio que dirige Óscar Puente defendió la «enorme utilidad» que tendrá la alta velocidad en Euskadi para «ganar tiempo».
Pese a no contar con enlaces externos, Transportes considera que el TAV será de utilidad para conectar las capitales vascas y también para reducir los tiempos de viaje con Madrid pese a que haya un tramo, entre Vitoria y Burgos, en el que el tren deberá reducir considerablemente su velocidad para adaptarse a las condiciones de la vía convencional que deberá utilizarse durante varios años.
Santano calculó que la 'Y' vasca permitirá, en esas condiciones iniciales, que el recorrido entre Irún y Madrid se realice «en menos de cuatro horas» (ahora se tardan un mínimo de cinco y veinte minutos en Alvia). Respecto a la situación en la que quedan Bilbao y Vitoria dijo que también serán más rápidas sus conexiones hacia Francia, pero no se refirió a la nueva duración de las rutas hacia el sur.
El Gobierno central se había marcado el objetivo de inaugurar a la vez el TAV y su enlace con Burgos. «Lo contrario sería no avanzar», dijo hace dos años la anterior ministra de Transportes, Raquel Sánchez, durante una visita a Vitoria. El plan ha acabado desbaratándose debido al retraso que ha ido acumulando la conexión con la meseta.
El estudio informativo fue presentado en 2017 y aprobado en 2021. En 2023 se adjudicó la redacción del proyecto constructivo a una serie de ingenierías que tienen hasta tres años de plazo para definir el diseño del Vitoria-Burgos, un tramo de casi 100 kilómetros cuyo coste ronda los 1.500 millones. El tramo más complejo es el que debe atravesar los Montes Obarenes y el desfiladero de Pancorbo. Como muy pronto las obras arrancarán en 2027, y no estarán culminadas hasta la próxima década.
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