El transporte público de Bizkaia vuelve a sus mejores números gracias a los descuentos

Este aniversario arroja una conclusión común para todos los operadores: los datos de pasajeros igualan o están por encima de los registros de 2019, último año comparable para efectos prácticos porque los siguientes hasta el actual estuvieron condicionados por la pandemia. Un crecimiento en el uso del transporte público que, según las fuentes consultadas, obedece a tres motivos principales. El primero, los referidos descuentos que han hecho de «palanca» para que los ciudadanos «perdieran el miedo» a volver a utilizar estos medios de transporte y mezclarse con otros usuarios -el covid provocó que muchos optaran por el vehículo propio en sus desplazamientos diarios para alejar el fantasma de los contagios-.

En segundo lugar, los expertos hablan del efecto que el aumento de la inflación y el final de las ayudas al pago de la gasolina han tenido a la hora de que los vizcaínos dejen sus coches aparcados y regresen al transporte público. Y la tercera variable es el tirón del turismo que, como publicaba este periódico ayer, está en cifras récord y que ha ayudado a que compañías como la del metro se hayan visto beneficiadas de forma considerable.

Pero vayamos a las cifras. Uno de los servicios más beneficiados ha sido el tren de Cercanías de Renfe. Ahí los usuarios pueden viajar gratis si compran un abono y realizan al menos 16 viajes en cuatro meses. Los viajeros adelantan 10 euros que luego la empresa les devuelve. Desde el año pasado se han cursado 190.000 abonos en Bizkaia y la empresa, que acaba de abrir el plazo para obtener esos tickets para el cuarto cuatrimestre de 2023, ha experimentado un crecimiento del 47%.

No son los únicos que presumen de viajeros. Metro Bilbao acaba de cerrar el mejor agosto de su historia con 6,3 millones de viajes, lo que son casi 300.000 más que los registrados en ese mes de 2019, el año de las cifras récord para el suburbano. Entonces, antes de que se desatara la pandemia, el suburbano trasladó a 91,5 millones de pasajeros. Una cifra que los responsables de esta compañía esperan superar al final del ejercicio. De momento, todos los meses consignados han contabilizado números por encima de 2022 -que cerró con 80 millones de viajes- y a la par o por encima de los resultados obtenidos hace cuatro años.

Los gestores de este transporte cifran en 4,5 los millones de viajes que han ganado gracias a la rebaja de los precios desde el 1 de septiembre del año pasado. A esa cantidad, explican, habría que sumar otros 7,8 millones de pasajeros ganados por el final de la pandemia.

Algo similar ocurre en el otro servicio que tiene un mayor radio de actuación. Bizkaibus ha regresado a los registros anteriores al covid. De enero a julio los números son muy similares a los de hace cuatro años, aunque aún quedan por detrás de la época prepandemia -apenas 300.000 pasajeros de diferencia-. Portavoces de la compañía de los autobuses que recorren todo el territorio llaman la atención al hecho de que desde marzo a julio, el último periodo consignado, los resultados ya son los mejores de la historia, con 12,1 millones de pasajeros, treinta mil más que cuatro años antes.

En este sentido, están convencidos de que los «precios competitivos», en referencia al 50% de descuento en las tarifas, han apuntalado la mejoría, junto con el cambio de rutas y paradas, la mayor celebración de eventos y «los buenos datos de empleo» en el territorio. El turismo también se ha dejado sentir en estos resultados. Los responsables de Bizkaibus ponen de ejemplo las cifras de la línea del aeropuerto. De enero a julio estas unidades han llevado a 64.000 pasajeros más que los que transportaron hace cuatro años.

Los datos de Bilbobus, por su parte, van en la misma línea y sí que reflejan el efecto de los descuentos y de la vuelta a la normalidad en el transporte porque en sus líneas el aumento de visitantes no tiene un impacto de importancia. Hasta el pasado miércoles, los números de las líneas que recorren la capital vizcaína estaban prácticamente a la par que los de 2019. Contabilizaban 200.000 viajes menos que entonces, pero como ocurre con Bizkaibus las cifras han mejorado con el paso de los meses y no se descarta que al cierre del ejercicio se superen aquellos registros.

En todo caso, sus responsables dan por buenas las estadísticas por lo que significa de recuperación de la apuesta por el transporte público. «La pandemia nos hizo mucho daño y ha costado reactivar las líneas. Los descuentos han funcionado porque los usuarios han venido para quedarse», sostiene la concejala de Movilidad de Bilbao, Nora Abete.

Queda por ver si esos descuentos se mantendrán a partir del próximo enero. Porque el Gobierno central amplió la reducción de las tarifas hasta el próximo 31 de diciembre. Sobre la mesa de la Administración central quedarán varias preguntas: ¿merece la pena el esfuerzo económico que están haciendo las arcas públicas para recuperar unas cifras de usuarios parejas a las de hace tres años? ¿De igual manera que se eliminó la ayuda a la compra de gasolina hay que volver a las tarifas habituales de los transportes públicos? La Diputación, antes de las elecciones de mayo, ya avisaba de que en algún momento debería suprimirse esta financiación. En el Gobierno vasco, con la consejería de Transportes en manos socialistas, son más cautos. Subrayan que lo importante es que se recupere el transporte público y que desaparezcan los vehículos privados de las carreteras.