El lujoso recorrido en tren por el Cantábrico que parte de Bilbao

En este tren de lujo, todas las cifras son de auténtico vértigo. Siete coches cama, cuatro coches salón, uno para la cocina, otro para la tripulación y un furgón generador de energía. En total, 14 suites con armario, maletero y cuarto de baño con ducha de hidromasaje y sauna de vapor. En los espacios comunes, disponen hasta de un bar y un pub en el que cada noche se ofrece música en directo y fiestas variadas. La oferta gastronómica también está a la altura con desayunos, comidas y cenas a bordo del propio tren. En varias paradas, además, los clientes acuden a restaurantes de primera categoría.

El primer trayecto de la temporada comenzó con el 85% de las plazas cubiertas; de ellas, dos tercios corresponden a clientes extranjeros interesados en recorrer el norte de España. No en vano, la marca del Transcantábrico ya se ha convertido en una referencia en el mercado turístico. Sus orígenes se remontan a 1983, cuando cubría la ruta entre León y Ferrol. Tras el cierre de la histórica línea de La Robla, en 1991 se tomó la actual ruta desde la capital guipuzcoana hasta la gallega.

Antes de tomar el tren, los privilegiados viajeros visitan San Sebastián para luego desplazarse en autobús hasta Bilbao. Ahí es cuando se suben al tren, donde les espera una copa de bienvenida en la que se presenta la tripulación. Es cuando comienza verdaderamente este particular crucero sobre raíles, que visita símbolos turísticos como el museo Guggenheim, el Casino de Santander, el museo de Altamira en Santillana del Mar y la célebre playa de las Catedrales en Ribadeo. Por el camino también hay tiempo para disfrutar de un circuito termal en el Balneario de la Hermida y visitas al Parque Nacional de los Picos de Europa y el santuario de Covadonga.