Los medidores están instalados ya y han estado de pruebas durante la última semana. luis ángel gómez

El primer radar de tramo de Bizkaia comienza a funcionar el lunes en el alto de Trabakua

Evitará circular a más de 60 por hora en un trazado de tres kilómetros con un largo historial de accidentes

mirari artime

Viernes, 3 de junio 2022, 01:37

La Dirección de Tráfico del Gobierno vasco quiere reducir la siniestrabilidad que se registra en el alto de Trabakua, la principal vía de comunicación de los municipios de Ondarroa, Lekeitio y Markina, en plena costa, con el Duranguesado y Ermua, convertido en uno de los ... puntos negros de la red viaria de Bizkaia con cuatro accidentes mortales e infinidad de choques y siniestros en los últimos siete años. Un trágico balance en el que la velocidad ha resultado ser un factor decisivo, según el Ejecutivo autónomo, en un tramo con numerosos cruces e incorporaciones hacia caminos vecinales, caseríos y zonas rurales, con sinuosas curvas y una pendiente que llega a alcanzar el 9%.

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Para vigilar a los conductores, el próximo lunes entrará en funcionamiento el primer radar de tramo que se ha instalado en el territorio. Será, además, el único operativo en Euskadi. Hace una década se instaló uno similar en la N-1, entre Ordizia e Irura, que permaneció activo un año.

La instalación de Trabakua ha estado en pruebas durante las últimas semanas y comenzará a sancionar las infracciones desde las cero horas del próximo lunes. Colocado entre el punto kilométrico 36,1 y el 39,8 de la carretera BI-633, medirá la velocidad media de todos los vehículos. No podrán superar en ese trazado de casi cuatro kilómetros los 60 por hora.

Para calcularlo, el radar de tramo cuenta con cuatro puntos de control. Dos en el sentido de la vía hacia el Duranguesado y otros tantos para los que se desplazan hacia la costa. Su estructura es diferente a la de los radares convencionales. No consta de un cajetín con cámara dentro, sino que se trata de un poste del que cuelga la cámara y un cajetón registrador. Los medidores están situados en las cercanías de los túneles que existen en ambos sentidos.

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Dos son de blanco y negro, y las otras de color. Las primeras realizan una lectura de las matrículas. Tienen capacidad para obtener hasta 75 imágenes por segundo para fotografiar una placa. Los otros, que filman hasta la marca, modelo y color, tienen un alcance de 25 metros. Además, están dotados de luz infrarroja para captar a los automóviles independientemente de la luz ambiental.

La principal vía de comunicación entre Lea Artibai y el Duranguesado registra una media de 7.700 vehículos diarios

Señalización

El equipo, que ha exigido un desembolso económico ligeramente superior a los 100.000 euros, puede leer el 95% de las matrículas -incluyendo las extranjeras-. Además, tiene capacidad para detectar velocidades de hasta 250 kilómetros por hora, aunque con las características del vial resulta improbable que un vehículo transite a esa velocidad.

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A la hora de certificar su homologación, se ha prestado especial atención a la sincronización de los relojes instalados en los puntos de control que tienen que estar acompasados vía GPS y que permiten obtener la media de velocidad de los vehículos en el tramo controlado. Para ello, todos los dispositivos de geolocalización disponen de cronómetros atómicos de gran precisión. De hecho, en caso de no recibir la señal de los satélites, el sistema dejará de notificar sanciones.

La limitación de velocidad se encuentra claramente señalizada en los dos carriles. A partir del lunes, los conductores que lo sobrepasen empezarán a recibir las correspondientes multas. «Con estos artilugios no vale con frenar en cada cámara, tampoco ir más rápido al principio para frenar después ya que más de uno seguro que hará mal las cuentas y acabará sancionado», explicaron a este periódico responsables de la instalación.

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El alto de Trabakua registra una media de 7.700 vehículos diarios, de los que buena parte, son trabajadores de empresas del Duranguesado, estudiantes y ciudadanos que acuden a los especialistas médicos del hospital de Galdakao.

Este nuevo radar solicitado por la Diputación se suma a los ya instalados en el resto del recorrido y que limitan la velocidad máxima entre 60 y 80 kilómetros, según tramos. Precisamente, uno de los estudios más recientes realizados por la institución foral con los datos recogidos en esos dispositivos revelaba que un 12% iba más rápido que lo permitido. Además, un 5% circulaba por encima de 90 km/h.

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A-8

Ante esta situación, durante los últimos años la carretera ha sido objeto de distintas actuaciones con el fin de ganar en seguridad. Entre los más destacados figura la colocación de una hilera de hitos en la mediana que además de obligar a subir el pie del acelerador impide a los conductores realizar maniobras de adelantamiento. También se duplicó su señalización y se instalaron paneles flúor para mejorar la visibilidad, en especial, al cruzar sus 436 metros de altitud.

EN SU CONTEXTO

60

km/h es la velocidad máxima permitida en todo el tramo controlado de cerca de 3 kilómetros.

Cuatro cámaras para los dos sentidos

Están preparadas para leer matrículas, marca, modelo y color con un alcance de 25 metros y con luz infraroja para capta los automóviles al margen de la luz ambiental.

4

accidentes mortales y numerosos siniestros en los últimos siete años han convertido el tramo de la BI-633 en uno de los puntos negros de la red viaria del territorio.

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