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La terraza, a 50 metros de altura, es uno de los atractivos del centro de emprendimiento, «aquí se cierran muchos acuerdos». Fotografías: maika salguero

La Torre Bizkaia derriba los muros

Abierta día y noche, desayuno colectivo los martes... Así es BAT, la «comunidad» de emprendedores que la Diputación impulsa en la antigua sede de BBVA

Domingo, 30 de octubre 2022, 01:26

Javier Sordo es el director de marketing de BeXreal, una empresa que ha creado unas gafas de realidad virtual para, por ejemplo, guiar a trabajadores de la construcción. Ha contactado con una firma «potente» del sector y tiene apalabrado un contrato de «un importe considerable». ... Denis Ugalde es el fundador de Oreka, una startup que recupera excedentes alimentarios. Trabaja en una nueva línea de negocio junto a otro emprendedor que sabe qué hacer con los datos estadísticos que genera la lucha contra el desperdicio.

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Una gran corporación vizcaína, cuyo nombre no puede desvelarse por las cláusulas de confidencialidad, ha cerrado un acuerdo de colaboración con el gigante asiático Mitsubishi en una videoreunión. Mientras, una sociedad americana que factura un millón de dólares al mes busca sede en Europa y se está planteando seriamente abrir la delegación en Bilbao, con todo lo que eso supondría fiscalmente.

Sirvan estos ejemplos para intentar aclarar qué se hace en el B Accelerator Tower (BAT), el centro internacional de emprendimiento que ha lanzado la Diputación en la Torre Bizkaia, el icónico rascacielos que antaño ocupó el BBVA. Tras un largo periodo de obras solo quedan las características cristaleras rosáceas. El edificio fue reinaugurado el mes pasado con el ambicioso objetivo de «transformar» el tejido empresarial y convertir al territorio en una potencia en los sectores tecnológicos emergentes.

El objetivo

El centro da facilidades a los emprendedores para crecer y fomenta el «roce» con grandes firmas para crear nuevos negocios

La Torre Bizkaia se ha abierto de par en par esta semana por primera vez para EL CORREO. La visita arranca a primera hora. Identificación en el control de la planta baja, de un blanco espacial, antes de volar -tres metros por segundo- en uno de los seis ascensores disponibles hasta la sexta planta, la primera de las cuatro que ocupa el BAT. No ha amanecido y en la incontable sucesión de despachos y zonas comunes con vistas a Artxanda el trasiego ya es considerable. Hay gente que llega de madrugada para adaptarse al horario de empresas de otros continentes. El rascacielos abre «24 horas al día, 7 días a la semana». La cuestión es, ¿para qué? ¿A qué se dedica un centro de emprendimiento?

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«No es un edificio de oficinas», responde Eriz Sainz, director de BAT. «Aspiramos a ser un punto de encuentro para emprendedores, corporaciones e instituciones, que se ayuden y creen proyectos nuevos». Alguien lo explica de otro modo: «Somos una celestina». «Como Tinder», la famosa aplicación de citas. «Organizamos eventos y fomentamos encuentros para que gente que puede tener intereses empresariales comunes haga 'match' y explore colaboraciones». Por resumir, la Torre Bizkaia es un coworking, una aceleradora y una incubadora de empresas. Si no ha entendido nada lea el glosario que acompaña esta información para acercarse al lenguaje de la nueva generación de emprendedores que se dedica a la open innovation.

Los eventos casi diarios sirven para que los emprendedores conozcan las ideas del resto y se relacionen, el martes participó una delegación lituana.

La efectividad del BAT la confirman los chicos de la startup Dative, Alfredo González y Diana López de Vicuña. Han llegado al centro como «apuesta estratégica» para crecer. También Javier Sordo con sus gafas de «realidad aumentada». «Para una empresa pequeña es una quimera que un gigante te coja el teléfono o que te conteste a un mail porque recibirá 200 parecidos cada día. Aquí te encuentras a sus representantes en el pasillo o en la cafetería, luego depende de tu capacidad de convicción pero el primer gran muro queda derribado». Tal es el empeño por generar una «comunidad» que el restaurante «tira» los precios. 8,5 euros el menú del día. «Con toda la oferta que hay en el centro de Bilbao intentamos que se queden aquí hasta para comer».

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Al salir del ascensor emerge la recepción de BAT. Pega el sol en la terraza situada a 50 metros de altura. «Ahí se están cerrando cosas». Como cada martes hay desayuno colectivo a las nueve de la mañana en la sala multiuosos de la sexta planta. Veinteañeros y treintañeros. Hay café o 'Nesquick', y una aceleradora lituana presenta sus ideas. Luego los asistentes se mezclan. Algunos siguen en sus mesas, «venimos a hablar con otros pero también debemos trabajar en lo nuestro». Los emprendedores reciben asesoramiento para crecer, se les brinda acceso a la comunidad académica y científica y contactos internacionales. La primera misión ha visitado Chile y Colombia.

La inversión

La Diputación abona 1,3 millones anuales por el alquiler de la torre a la espera de que genere retornos económicos

«No vale cualquiera»

Lo que se espera de BAT es que las startups florezcan y que el «roce» con otras alumbre nuevas líneas de negocio o la fundación de empresas. Generar «empleo y actividad».... y el pago de impuestos, claro. A la espera de ese retorno económico, la Diputación abona 1,3 millones anuales por el alquiler de la Torre Bizkaia. Las empresas pagan entre 250 y 350 euros por un puesto de trabajo. Lo normal es que las firmas tengan en el rascacielos pequeñas delegaciones. Aunque hay excepciones: BBVA tiene a 20 personas, todas recién contratadas.

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La ocupación del BAT roza el 95%, casi 400 trabajadores. Hay 45 startups y 33 corporaciones de toda la vida. Se están rechazando solicitudes porque el espacio restante es rotatorio, se reserva a empresas que hacen estancias temporales. Los emprendedores elegidos superan un examen previo porque «no vale cualquiera». Se les elige porque su modelo de negocio tiene un componente innovador y concuerda con los sectores empresariales «estratégicos» del territorio: energía, movilidad y logística, salud, tecnología de la alimentación... Si son aceptadas las startups pueden localizarse en la torre. «Antes alquilaba una sala en un hotel», explica Denis Ugalde, «ahora traes a los clientes aquí y ya es un valor añadido».

La Torre Bizkaia aún huele a nuevo. Pero las expectativas -y la inversión pública- son ya considerables. La Diputación aspira a que genere 1.500 empleos y un impacto económico de 200 millones en 15 años. BAT piensa en las empresas del futuro, pero «no busca cambiar el modelo económico» del territorio, matiza su director. Sería una osadía intentarlo porque la industria 'tradicional' genera aún el 20% del PIB vasco. Las transformaciones llevan un tiempo, la tecnológica también. El 'efecto Guggenheim' que el centro de emprendimiento aspira a emular tampoco revolucionó Bilbao de la noche a la mañana.

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EL DATO

95%es el grado de ocupación que registra el centro de emprendimiento, que fue inaugurado a mediados de septiembre.

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