El tiroteo, paso a paso

Eran las 18.40 horas y el campus vizcaíno de la Universidad del País Vasco (UPV) apuraba sus últimas clases. En la facultad de Ciencia y Tecnología, con las carreras más técnicas de la UPV, se respiraba la tranquilidad habitual.

Uno de sus alumnos, S.S.M., de 21 años y vecino de Andoain, un «buen estudiante», según el decano, se baja del autobús.

Lleva una funda de una guitarra. Nadie sabe aún que dentro esconde una escopeta con cartuchos.

Entra en uno de los baños.

En los servicios, aprovecha para extraer el arma y la munición. También portaba un cuchillo de monte de grandes dimensiones.

El joven se dirige hacia el hall. Lleva puesta la capucha para cubrir su rostro y viste de negro. Nadie le reconoce.

Aprieta el gatillo. Efectúa seis disparos con una escopeta pensada para caza menor, para abatir perdices o conejos. La había adquirido esa misma mañana en una página de internet..

El primer objetivo es la cristalera de la entrada, decorada con vinilos de figuras geométricas, donde abre varios agujeros.

También apunta hacia un monitor de televisión que cuelga del techo y la pantalla queda destrozada.

Las empleadas de la limpieza se cruzan con él y asustadas, corren a refugiarse. Él intenta tranquilizar a una y le dice que no quiere hacer daño a nadie, que va contra la Universidad.

Camina por un pasillo unos cien metros y sube al primer piso, donde continúa disparando.

Reduce a añicos una vidriera en la que se exponen fósiles y también dispara contra el cristal de la puerta del laboratorio de Química.

Lleva encima tres cajas con 75 cartuchos. La Ertzaintza recoge en la escena un total de 25 vainas ya percutidas, es decir que han sido disparadas.

También realiza un tiro contra una puerta por la que sale a la calle. En el exterior se ceba con un todoterreno de la UPV. Abandona el edificio hacia la zona del 'Arboretum'.

Alrededor de las 19.30 horas, la Ertzaintza le detiene junto al lago y el árbol de la vida. No opone resistencia