Más de un tercio de los vascos no se identifica con ninguna religión

El objetivo de Ikuspegi es conocer, analizar y valorar la incidencia de las migraciones y la diversidad en Euskadi. «Es un claro ejemplo de la investigación aplicada y de la transferencia que se realiza en la Universidad del País Vasco. Ofrece a la sociedad vasca una fotografía interesante de dicha diversidad y de su interacción con el fenómeno migratorio», explica Gorka Moreno, vicerrector del Campus de Bizkaia de la UPV/EHU.

La fe católica ha descendido 32,4 puntos y el resto de religiones han subido 4,8 puntos en comparación con los datos registrados en 1997. La consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico ha señalado que «se trata de un fenómeno que se repite en las democracias europeas y que refleja la pluralidad y las diferentes identidades de nuestra sociedad». En Euskadi, un 57,2% de la población es creyente de la religión católica, mientras que solo el 7,3% lo es de religiones minoritarias.

Entre las confesiones diferentes a la católica, la más popular es la musulmana, que engloba al 4% de la población residente en Euskadi. Le siguen la evangélica, con un 1,1% y la ortodoxa, con el 1,0%. Una de las razones principales es el reconocimiento normativo de la libertad de religión como derecho fundamental y la presencia de la diversidad religiosa en España.

La religión mayoritaria entre la población migrada es la católica (42,9%), si bien otras religiones como la musulmana (17,9%) o la evangélica o protestante (9,8%) tienen un mayor peso entre esa población llegada a Euskadi que entre la ciudadanía en general.

Las iglesias, comunidades y entidades religiosas de las confesiones minoritarias no tienen una presencia muy amplia en términos numéricos, aunque su arraigo en Euskadi está consolidado. Los centros de culto de adscripciones religiosas minoritarias más numerosos son, en primer lugar, las iglesias evangélicas; en segundo lugar, las mezquitas, y, en tercer lugar, los salones del Reino de los testigos de Jehová.

En cuanto a las confesiones minoritarias y sus fieles, afirman que afrontan situaciones de indiferencia ante sus creencias y su propia presencia por parte del conjunto de la sociedad vasca o de un claro rechazo a su religión. Además, aseguran que a menudo hay muchos estereotipos sobre la imagen que se tiene sobre ellas. En este sentido, consideran que todavía falta camino hasta llegar a un pleno conocimiento y reconocimiento de la realidad de las minorías religiosas en Euskadi.

Sin embargo, también se perciben avances. Los estudios que se han llevado a cabo sobre la diversidad religiosa desde 2009 están contribuyendo al conocimiento y reconocimiento de la misma. Asimismo, los planes de acción como el Plan de Convivencia 2017-2020 y el Plan Udaberri 2024, ayudan a situar a la diversidad religiosa en la agenda política vasca.

A nivel municipal, es recalcable la puesta en marcha de una Mesa de la diversidad religiosa por el Ayuntamiento de Bilbao, activa desde 2017, y replicada en 2021 en Vitoria; el centro de culto multiconfesional de carácter efímero en San Sebastián, y un espacio de enterramiento para la población musulmana en la capital alavesa. El Consistorio también cuenta con un espacio de enterramiento para la población musulmana.

Para caracterizar la realidad de la diversidad religiosa en Euskadi, Ikuspegi ha realizado el monográfico Zabaldu #2, 'Diversidad religiosa en la CAE', que aporta datos cuantitativos sobre la autoidentificación religiosa, la estimación del peso de las diferentes religiones y datos sobre lugares de culto y su distribución a lo largo del territorio vasco.